11/10/2025
La vida no nos concede lo que deseamos con el corazón hasta que somos capaces de sostenerlo.
Como muchas niñas, alguna vez soñé con sentirme vista. Con el paso del tiempo fui descubriendo que, en realidad, me incomodaba mucho sentir la mirada de los demás.
Muchas veces escuché la frase: “Con esa altura podrías ser modelo.”
Sin embargo, en mi mente me decía: “¿Tengo la altura… pero la belleza para serlo?”
El trabajo personal, en especial la angeloterapia y el coaching con caballos, me han mostrado que la belleza empieza en el interior. Que es nuestra luz la que irradia esa armonía percibida como belleza.
Solté ese sueño por completo.
Al cumplir 41, comencé una especie de duelo al ver el inicio de una nueva etapa: nuevos retos y cambios físicamente evidentes. Solté cualquier expectativa que tuviera que ver con la imagen; incluso reconozco que descuidé bastante mi apariencia.
Sin embargo, los angelitos y los caballos siguieron trabajando conmigo, y yo con ellos.
Hace un mes vi la convocatoria para este desfile y, sin pensarlo dos veces, me apunté. Sin expectativas, solo por el gusto de vivir la experiencia. Por regalarle a mi niña interior la oportunidad de vivir, sentir, vestir el momento y confiar.
Confiar en mí, como no lo había hecho antes.
Reconozco que, en ese momento, pensé que habría sido buena idea ver al menos algunos videos en YouTube para inspirarme (jajaja). Estaba en blanco, no tenía idea de cómo caminar en la pasarela.
Y de pronto… cuando me di cuenta de que estaba portando una ola de talento, todo se hizo más fácil. La motivación fue clara: esta belleza se tiene que lucir.
Me convencí de caminar más despacio porque los anillos, los aretes, el collar, la diadema, la blusa… ¡incluso el pantalón!
Cada elemento era una obra de arte. La suma de cada uno me abrazaba en belleza, y me di permiso de celebrar, con amor y gozo, ese momento tan afortunado que recordaré siempre.
Gracias, , por convertir tu talento en experiencias que embellecen nuestro mundo y nuestra vida.
Hoy me regalaste un momento inolvidable y me recordaste que todas podemos brillar. Tus accesorios están hechos para eso! Para brillar!