10/09/2020
Ayer de camino hacia el súpermercado, escuché en la radio un reportaje acerca de las personas “tóxicas” y su impacto en nuestra vida, de inmediato vino a mi mente el famoso refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”, al respecto Jim Rohn, autor y orador motivacional afirma que efectivamente “somos el promedio de las cinco personas con quien más nos asociamos” ¡Que interesante! ¿Cierto?
A lo largo de nuestro recorrido por esta vida conocemos infinidad de personas, y cuando nos unimos demasiado a ellas, vamos adoptando algunas de sus actitudes, sus palabras, su energía.
Una de mis mejores amigas y yo trabajamos juntas por varios años, y me recuerdo en mi etapa de grinch, solía llegar a la oficina algunas veces malhumorada y con mil cosas en mi cabeza, y por supuesto sin ganas de hablar con nadie, así que dejaba mis cosas, me sentaba en mi lugar, y acto seguido cual Godínez pura, me ponía mis audífonos y fingía desconectarme del mundo. Mientras en el escritorio de enfrente se sentaba mi amiga y yo veía desfilar por ahí decenas de compañeros saludándola, platicando algunos minutos con ella, pero lo mejor, lo mejor de esto era la actitud de mi amiga, a todos les sonreía, era muy amable, eso siempre me asombraba, y me venía a la mente una película con el ídolo mexicano Pedro Infante, en donde uno de los personajes, una mujer, siempre que despertaba saludaba a todos, a todos los seres vivos de su casa con una gran sonrisa iba diciendo: Buenos días pajaritos, buenos días pececitos… siempre mostrándose muy feliz.
¡Así era la actitud de mi amiga! Lo es hasta el día de hoy, con ella siempre tengo garantizado pasar un momento divertido, su alegría contagia, ella indudablemente forma parte de mi lista de personas favoritas y claro que con el paso de los años aprendí mucho de su forma de actuar.
Así que coincido con el pensamiento de Rohn, nuestro nivel de motivación definitivamente se ve influido por nuestro círculo cercano de personas con quienes convivimos.
¿Qué tal si hacemos un ejercicio para medir tu nivel de motivación? Toma papel y lápiz y escribe en una lista los nombres de las cinco personas más cercanas a ti y del 1 al 10 calificas su nivel de motivación (su actitud ante la vida) y después sacas un promedio, esa cifra será tu propio nivel de motivación.
Una vez que hayas identificado quienes de tu círculo manejan un número bajo, pregúntate que tanta obligación tienes de frecuentarlos, y dependiendo de eso, considera alejarte de ellos.
A continuación te compartiré algunas estrategias para atraer 4 tipos de personas que pueden influenciar enormemente tus probabilidades de alcanzar el éxito.
1. Pareja. Además de tomar en cuenta que la persona con la que establezcas una relación te guste, sea atento, te escuche, étc. Tu pareja también debe ser tu mayor admirador. Algunos estudios indican que la manera en que tu pareja reacciona a tus éxitos, ya sea emocionado o indiferente, es un buen indicador para saber si has atraído a la persona indicada. Todos necesitamos de un soporte, alguien que nos apoye, por lo que es indispensable sentir la validación de nuestros éxitos por parte de nuestra pareja. La relación será duradera en la medida que ambos se apoyen en su crecimiento.
2. Amigos. Nuestros amigos en teoría deben de ser los más sinceros, por lo que siempre existirá un balance entre el apoyo y la crítica constructiva a nuestros méritos. Conviene entonces hacer una evaluación si tus amigos suelen halagarte o si le tiran mala leche a tus hazañas. Mientras puedas distinguir entre quienes son aquellos que verdaderamente se alegran de verte crecer, de aquellos que constantemente te tratan de disminuir, podrás examinar con mayor atención con quién pasas gran parte de tu tiempo.
No se puede lograr el progreso en tu vida si te rodeas de energía negativa. No siempre uno cambia y crece a la par con las amistades, por eso es recomendable entablar círculos nuevos, quizá en una nueva aventura académica, en la práctica de algún deporte o con personas que laboren contigo.
3. Mentores. Usualmente estos tendrán la mayor influencia en el ámbito de tu desarrollo profesional. Regularmente, un mentor es alguien mayor que tú, o un par que labora en tu misma industria, que puede aconsejarte basado en su experiencia. El error que comúnmente cometemos es esperar a que esta persona nos abra las puertas, en vez de ser nosotros quienes tomemos las riendas activamente para desarrollar esta relación. Mi sugerencia es que hagas a un lado la timidez y el orgullo y te atrevas a escribirle ese correo electrónico a aquella persona que admiras profesionalmente, o asiste a algún evento donde esta persona esté y preséntate. Se honesta sobre tus intenciones y verás que cada vez más hay personas dispuestas ayudarte, pues muchas veces ellos mismos tuvieron sus mentores en algún momento. Un mentor siempre tendrá un efecto positivo en tu vida, por eso es importante saber elegirlo.
4. Rivales. Aunque la competencia sea con uno misma, también es necesario encontrar algún barómetro para medir tu progreso en cualquier área de tu vida. La competencia no necesariamente tiene una connotación negativa y resulta a veces tácticamente más efectiva que una relación de amigo o mentor. Un rival es sencillamente un par que admiras, pero a la vez, sientes que puedes igualar o superar su rendimiento. Esto es muy común en los deportes, cuando han existido rivalidades legendarias como los lanzadores Tom Brady y Peyton Manning y actualmente los futbolistas Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. En todos los casos, estas relaciones produjeron un lazo de respeto y una mejoría de rendimiento entre ambos competidores, pues las hazañas de uno, inspiraban y motivaban al otro. Escoge algún par que admires y usa su estándar para subir tu estándar.
Todos queremos ser los mejores, mejores parejas, mejores padres, mejores profesionales, para lograrlo hay que enfocarse y que mejor si puedes incluir alguno de los cuatro tipos de personas mencionados a tu vida.
Recuerda tener claro la meta que persigues y asegurarte de tu entorno. Es necesario llenarte de energía positiva y para eso hay que alejarse de relaciones tóxicas, amigos envidiosos e incluso familiares pesimistas, ya que éstos imposibilitan tu progreso.