02/07/2025
Hay que tener cuidado con las palabras. Cuando salen de la boca hacia fuera, cuando son pronunciadas, adquieren vida propia. Nos pensamos mucho que decir, como decirlo, cuando decirlo. Otras veces son las palabras las que deciden salir, solo nos queda quedarnos a observar los efectos, las ondas expansivas que generan a veces.
Porque una vez que salen, ya no pueden volverse atrás. “en realidad no quería decir eso”, “no pienso eso de verdad”, “no me lo tengas en cuenta, estaba enfadado/a-disgustado/a”… Pero las palabras ya han llegado a su receptor, ya han generado efectos que no pueden ser borrados, y aunque el otro pase por encima se quedan dentro, incubándose, generando palabras o silencios.
Hay palabras que no se pronuncian nunca. Hay palabras que no se borran nunca”