12/07/2025
Cuando la espiritualidad duele… no siempre es ataque. A veces es un espejo.
Hace unos días, un comentario—pequeño, suave, “espiritual”—despertó algo en mí que no sabía que seguía vivo.
Sentí cómo mi cuerpo se encogía.
Cómo mi energía se comprimía.
Cómo la versión antigua de Serafina quería regresar:
• la que se hacía pequeña
• la que buscaba no incomodar
• la que pedía permiso para existir, hablar, brillar
Y lo sentí en el pecho.
Ese micro-instante donde te preguntas:
“¿Y si mejor bajo mi luz?”
Pero respiré.
Observé.
Escuché.
Y entendí algo que cambió todo:
No era la otra persona.
Era mi memoria.
Era mi sistema nervioso recordando dónde alguna vez aprendí a achicarme.
Ese día comprendí que la espiritualidad también puede herir…
cuando toca una herida que ya estaba esperando ser vista.
No era retroceso.
No era falla.
No era debilidad.
Era un punto de quiebre.
Un portal hacia mi centro.
Y entré.
Hoy camino distinto:
• más alta
• más presente
• más honesta conmigo
• más libre de dinámicas que alguna vez me tuvieron contenida
Porque la expansión no siempre llega como luz bonita.
A veces llega como incomodidad…
para recordarte quién ya no eres.
🌟 Yo elijo regresar a mí.
Yo elijo no achicarme.
Yo elijo mi verdad.
—Serafina
Expansión del Alma ✨