02/12/2025
Blanca llegó a nosotros después de pasar noches insoportables, sin poder dormir del dolor y casi sin poder caminar. Vivía fuera de Argentina y aun así se animó a viajar porque sus hijos la impulsaron a buscar una solución real. Nos dijo: “Necesito mejorar, aunque sea un poco”.
Con sueroterapia, un protocolo personalizado y un seguimiento cercano, su evolución fue mucho más que “un poco”. Volvió a caminar con seguridad, descansó mejor y recuperó calidad de vida.
Hoy regresa a su casa feliz, con el cuerpo más liviano y con la tranquilidad de saber que sí se puede mejorar, incluso cuando el dolor parece no tener salida.
Gracias Blanca por confiar. Estas historias son las que nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos.