11/11/2025
🐾 Crecer con mascotas
Yo siempre tuve mascotas de chica pero siempre me dieron “cosa” los pelos. Me daba impresión tocarlos y siempre les tuve mucho miedo, sobre todo a los gatos, les tengo TERROR.
York (que no está en estas fotos) fue el primer perro que adoptamos con Guido y el que se ganó mi 💖. Aprendí a quererlo, a agarrarlo, a cuidarlo y a darle amor. Después llegó él… el Piky 💫 que lo recibimos en casa por tránsito pero que su historia me conmovió y me hizo sentir muy identificada por lo cual no dudé un segundo en adoptarlo.
Crecer con una mascota es, en muchos sentidos, una experiencia de desarrollo. No solo porque enseña sobre el cuidado y la responsabilidad, sino porque transforma la manera en que un niño se vincula con el mundo 🥹
El contacto con los animales activa circuitos cerebrales relacionados con la empatía, la calma y la regulación emocional. El simple acto de acariciarlos libera oxitocina (la hormona del apego), reduce los niveles de cortisol y favorece el bienestar emocional.
Tener una mascota también implica aprender a mirar más allá de uno mismo: reconocer las necesidades del otro, esperar, comprender y cuidar sin recibir palabras a cambio. Es una forma concreta de educación emocional.
En la infancia, estas pequeñas acciones: dar de comer, sacar a pasear, limpiar, acompañar se convierten en oportunidades para desarrollar la empatía, la paciencia y la responsabilidad.
Y en los momentos difíciles, la presencia incondicional del animal funciona como un sostén silencioso, una compañía que no juzga ni exige.
Crecer con una mascota es crecer sabiendo que el amor también se expresa sin palabras. Es aprender que cuidar al otro también nos cuida a nosotros ❤️🔥
El sueño de guido es “tener mucha plata” para abrir un refugio y cuidarlos como se merecen 🥲 yo creo que algún día lo vamos a lograr ❤️🔥 mientras tanto me gusta que Hele pase tiempo con ellos y que aprenda a quererlos, cuidarlos y respetarlos