30/08/2025
Hay dos formas de experimentar el dolor dentro de la experiencia humana, y en algún punto del camino ambas nos atraviesan:
La aniquilación del ego:
Es un dolor existencial, interno, casi sin forma. No es físico, sino una sensación de que “yo” estoy muriendo, de que las referencias que me sostenían dejan de tener sentido. Se siente como vacío, desorientación, pérdida de identidad. Es devastador, pero también un umbral: el dolor de nacer a algo más grande que la propia idea de uno mismo. Aquí el dolor es iniciático.
El dolor infligido al cuerpo y al alma:
Es más visceral: enfermedad, trauma, abandono, la muerte de un ser amado. Se imprime en la carne y en la memoria emocional. Se siente como injusticia, quebranto, límite absoluto.
Aquí el dolor es crudo, real, ineludible, y muchas veces obliga a la transformación por saturación: nos rompe para que podamos reconstruirnos.
Ambos dolores se entrelazan: el dolor físico puede llevar al derrumbe del ego, y la aniquilación del ego puede sentirse como un dolor corporal real.
La diferencia esencial es que:
El dolor del ego abre la puerta a la libertad interior.
El dolor del cuerpo y el alma nos confronta con la fragilidad y nos enseña compasión, humildad y límite.
Lo alquímico es transmutar ambos en conciencia: el primero como fuego que purifica, el segundo como tierra que enraíza en lo humano.
Estos últimos años no solo lo viví en mi sino acompañando a otras personas, ambos procesos. Y eso me llevó a comprender esto escrito.
Pronto compartiré completo el texto.
Si tenes ganas podes contarme si experimentaste alguno de ellos o los dos.
Un abrazo
🧿 Lore Cifre 🫂
🪬 Padme Munay🙏
✨️Alquimia Transpersonal💕