30/05/2022
Me encontré con esto, escrito hace 9 años en un viaje en México:
A dedo a Playa del Carmen.
Me desperte el lunes temprano, como a eso de las siete. Lei una media hora en la cama. El libro se llama "Perderá", lo escribio Celso, un cliente del restaurante en el que trabajé en el DF, el me lo regaló después de que se lo perí muchas veces. Es un buen libro, con muchas frases hermosas, trata sobre un esquizofrénico con multiples personalidades. En algunos momentos me cansó porque el protagonista solo habla de lo triste y papuperrima q es la vida, pero en fin es un buen libro.
Me levanté y fui a ver si había abierto el cyber porque quería imprimir un mapa con las carreteras que debía seguir para ir desde Comitán de Dominguez, Chipas, hasta Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo. Era muy temprano todavía y el cyber estaba cerrado asi que decidí buscar un lugar donde comprar un mapa. Antes tenía uno que me regaló Lalopero en el Rainbow en Oaxaca lo presté y ya no me lo devolvieron, sospecho que fue una alemana la que se lo quedó. En fin, recorrí varias papelerías (librerías) sin éxito y termine cerca de la plaza. Aproveche a desayunar, dos tamales (uno de chipilín y uno de mole) y un arroz con leche. Esa señora que m***a su puesto (aunque en realidad no lo llamaria puesto, la doña aprovecha unos bancos de concreto para deplegar los productos que ofrece para desayunar: tamales, arroz con leche, café, tostadas, empanadas y algunas cosas mas) ahí tiene uno de los mejores tamales que he probado, no le escatima en los rellenos de carne de puerco o pollo en los de mole. Atienden ella y su marido. Si bien en México reina una cultura machista hay que ver como en ciertos ámbitos esto no se cumple y es mas bien un matriarcado. Uno de esos ámbitos es la gastronomía. Este señor es totalemnte sumiso a las órdenes de su esposa y se nota que ahí, en la plaza, en su negocio, ella es la que sabe, la que manda, la jefa.
- Dale al chico uno de chipilin y un arroz.
A lo que el responde asintiendo con la cabeza, hombros encogidos y su mirada en el suelo.
Sigue en coment