27/11/2025
Cuando hablamos de confiar, aceptar y soltar, no hablamos de ser pasivos.
En yoga —como en la vida— hay momentos para el esfuerzo y momentos para la entrega.
Aquí mis alumnos están en Sarvangasana con silla, una postura que exige presencia, disciplina y constancia.
Aquí trabajamos TAPAS: el fuego interno, la fuerza de voluntad, la decisión de dar lo mejor de uno mismo.
Vinieron a la práctica, atravesaron una clase intensa, sostuvieron el esfuerzo…
y solo después llega el momento de rendirse a la quietud de Savasana.
Porque la verdadera entrega solo es posible cuando antes hubo compromiso.
Y la verdadera calma se siente más profundo cuando primero hubo disciplina.
Yoga es ese equilibrio perfecto entre acción y rendición,
entre firmeza y suavidad,
entre tapas y surrender.