24/06/2021
En este preciso instante, justo ahora, todas las personas en cualquier parte del mundo están decidiendo realizar o no cierta acción en base a pensamientos, sensaciones, creencias o percepciones que distorsionan nuestra percepción de la realidad.
Todos nosotros desarrollamos sesgos cognitivos, es decir, generamos una distorsión, un juicio errado, una interpretación incoherente o ilógica sobre el fundamento de la información de que disponemos
¿Pero que son los sesgos cognitivos?
Un sesgo cognitivo es una interpretación errónea sistemática de la información disponible que ejerce influencia en la manera de procesar los pensamientos, emitir juicios y tomar decisiones.
La probabilidad de que algún sesgo cognitivo influya en tu comportamiento es alta y ocurre con toda naturalidad.
Los sesgos cognitivos pueden influir en la forma que ves el mundo. Están determinados por implicaciones culturales, influencia social, motivaciones emocionales o éticas, atajos en el procesamiento de la información, o distorsiones en la recuperación de los recuerdos y la memoria, entre muchos otros.
Algunos ejemplos de estos son
🙈 Sesgo de confirmación: tendencia a buscar, propiciar, interpretar o recordar información de manera que confirma algo que ya has decidido previamente. Un ejemplo de esto es cuando pedimos consejos a los demás buscando que afirmen nuestras decisiones ya tomadas.
🙄 Sesgo de observación selectiva: cuando diriges tu atención a algo en función de tus expectativas, y desatiendes el resto de la información. Situación típica es cuando queremos conocer a una pareja estable y vemos constantemente parejas felices en la calle.
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