22/04/2021
Para qué?
Sentí que el mundo desaparecía ante mis ojos, y sólo podía mirar hacia adelante si tu recuerdo me abrazaba.
Me lastimaba los sentidos no oler tu perfume, no escuchar el ruido de la ducha, tus movimientos acostumbrados y casi tatuados en la piel como parte de mi vida.
Me tuve que acostumbrar a ir de compras sin pensar en aquello que comías, en lo que usabas, en lo que te gustaba, porque cada vez que mi mano se acercaba a alguna de esas cosas mi mente decía -“ya no esta”.
Me despertaba llorado por las noches y el pecho se me arrugaba de dolor y se empapaba de tristeza. Mi cabeza solo me decía - ”dormí, es la única forma de no pensar”.
Pero uno no puede dormir hasta que el dolor se pase. Así que cada mañana, al abrir los ojos, la realidad me golpeaba el alma y la acurrucaba en el medio de mi corazón para llenar ese espacio que se había roto.
No me esperaba tu ausencia.
No creí que fuera posible navegar la vida sin vos.
Y las pastillas no bastaban, y la psicóloga no me entendía y la gente me miraba con lástima y yo solo quería estar sola, para pensar en todo lo que habíamos vivido y tiraste a la basura de un solo golpe, sin que nada te importara.
Sin pensar en mi dolor. Sin darte cuenta cuánto lastima una traición, cuánto te hace creer que no servís, que sos intercambiable, que nada de lo que hiciste tuvo valor y que cualquier aire nuevo te dejó en una esquina junto con toda el montón de hojas secas .
Sentí…bien digo… eso lo sentí, ya no lo siento.
Para que te quiero si hoy me desparramo en la cama y puedo dormirme con la luz encendida, el televisor a los gritos y las perras en la cabeza. No me importa si son las 8 o las 11 de la mañana, descanso hasta cuando quiero y como quiero.
Para qué te quiero si la humillación no me hacía feliz, si la plata no es lo importante cuando no te sirve para lograr la paz, y no vivir lo que se te antoja solo trae frustración.
Para qué te quiero si me di cuenta que el más grande amor no era el que yo creía tuyo. El más grande amor, son los hijos, la familia de sangre y política, los amigos, la gente con quienes compartís todo lo que te gusta, que están tu lado por lo que sos, no por lo que le das, porque tienen ganas y no porque hayan firmado un contrato que al final de cuentas, para lo único que sirve es para que todo sea más complicado.
Para que te quiero, si mis plantas hoy están mas hermosas que nunca, si charlo hasta las 3 de la madrugada y el tiempo es mío, si el sol tintinea entre mis ojos, si ya no me siento preocupada porque lo que me dijiste o lo que no me diste.
Para que te quiero si al final de cuentas fuiste un Judas que solo traicionó para creer que iba a ser más libre, pero yo sé que hoy estas más encerrado que nunca.
Pero sabes que...la libertad hoy está dentro mío.
Hoy puedo decir que no me haces falta, porque lo único que me hace falta es estar conmigo.
Que el mayor amor que recibo es el que yo me tengo cuando puedo mimarme en el espejo y verme hermosa, cuando leo un libro sentada en el pasto o hago recetas que nunca me salen bien, pero que mas da.
Para que te quiero si lo maravilloso está en compartir una cerveza o en los secretos a todas voces, en los chistes tontos pero hermosos que sólo se entienden entre un grupo de personas que tienen un mismo objetivo. Antes no tenia objetivos, pero hoy estoy llena de luz, llena de ganas de emprender cosas nuevas, apurada por no dejar un minuto sin hacer lo que yo quiero, no lo que los demás dicen que tengo que hacer.
Para qué te quiero si desde que aprendí a mirarme, dejé de sentirme acabada, puedo bailar libremente, dejar que me halaguen, disfrutar todo desde otro lugar, desde el lugar de aquella que no depende de nadie, que no tiene apegos, que se dio cuenta que hasta ahora pudo recomponer los errores que cometió y aprendió a vivir sin reproches y en armonía.
Hoy puedo decir que si la vida se me alejara en este momento, me iría en paz.
Pedí perdón a quien correspondía y dije las cosas que tenía que decir. Me acerqué a lo que hace bien y deje atrás todo aquello que no me confortaba.
Asi que…para qué te quiero.
Ya tengo todo lo que necesito.
Para que te quise?
Solo para aprender. Y ese aprender y aprehender, si bien fue doloroso, me dio la libertad de sentir nuevamente que lo mejor…lo mejor está por venir.
Nadie se va de esta realidad, sin sentarse frente a un banquete de sus propias consecuencias.
Mi banquete va a ser maravilloso, asi que…
Para qué te quiero…