17/09/2016
Se recomienda realizar una limpieza por lo menos una vez al mes. Esto nos permite librarnos de un montón de problemas y no agravar los que se presentan, sobre todos en las pieles grasas.
La limpieza facial o higiene facial consiste en el retiro de impurezas diarias que se acumulan debido a la polución que existe en el aire y que hacen que nuestra piel tenga ese aspecto sombrío y sin brillo.
La limpieza facial con extracciones es una técnica más profunda, eliminando los comedones o puntos negros.
La limpieza de cutis es un procedimiento que no es agresivo, destinado a mejorar el aspecto de la piel, corregir la dilatación de los poros, eliminar las células más superficiales y extirpar los famosos "puntos o negros o barritos" (en dermatología denominados "comedones") y los microquistes que se van acumulando con el tiempo.
En pieles grasas las glándulas sebáceas generan "sebo", subiendo a la superficie creando los "folículos sebáceos" o granitos. Esto va tapando los poros, muchas veces se acumula con bacterias y células muertas, generando los llamados comedones o puntos negros.
La frecuencia e indicación de la limpieza dependerá de la decisión del dermatólogo de acuerdo a cada tipo de piel. Es importante recordar que:
La piel seca: apenas tiene impurezas, suele ser tirante y tiende a la formación de escamas y arrugas. Los poros en general son poco perceptibles, la superficie de la piel luce opaca y está deshidratada.
La piel grasa: se caracteriza por poros grandes y abiertos. La piel es gruesa, su superficie es húmeda y presenta una buena hidratación.
La piel mixta: suele ser grasa en la zona "T" del rostro mientras en los pómulos es áspera y tirante.