10/10/2025
La salud mental no se ve, pero se siente.
Se siente en el cuerpo cansado, en el corazón inquieto, en la sonrisa forzada.
Se siente en el silencio de quien no encuentra palabras… y en el ruido interno que nadie más escucha.
Durante años nos enseñaron a ser fuertes.
Hoy sabemos que pedir ayuda también es fortaleza.
Que llorar no es debilidad.
Que hablar puede salvar.
Que acompañar puede cambiar una vida.
En San Nicolás creemos que la salud no es solo ausencia de enfermedad:
es bienestar, contención, empatía, redes que sostienen.
Porque todos, en algún momento, necesitamos un abrazo, una escucha, alguien que nos diga:
“Estoy acá. No estás solo”.
Cuidar la salud mental es un acto de amor propio y de comunidad.
Es romper el estigma.
Es mirar al otro con humanidad.
Es entender que lo más valioso que tenemos… no se ve en una radiografía, se siente en el alma.
Hoy y siempre: hablemos, escuchemos, acompañemos.
Porque la vida es mejor cuando nos tenemos.
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