20/09/2025
¿Qué es la terapia cognitivo conductual?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de tratamiento psicológico que ha demostrado ser eficaz para diversos problemas, como la depresión, los trastornos de ansiedad, el consumo de alcohol y dr**as, los problemas de pareja, los trastornos alimentarios y las enfermedades mentales graves. Numerosos estudios de investigación sugieren que la TCC produce una mejora significativa en el funcionamiento y la calidad de vida. En muchos estudios, se ha demostrado que la TCC es tan eficaz, o incluso más, que otras formas de terapia psicológica o medicamentos psiquiátricos.
Es importante destacar que los avances en la TCC se han basado tanto en la investigación como en la práctica clínica. De hecho, la TCC es un enfoque para el cual existe amplia evidencia científica de que los métodos desarrollados realmente producen cambios. En este sentido, la TCC se diferencia de muchas otras formas de tratamiento psicológico.
La TCC se basa en varios principios fundamentales, entre ellos:
1. Los problemas psicológicos se basan, en parte, en formas de pensar erróneas o inútiles.
2. Los problemas psicológicos se basan, en parte, en patrones aprendidos de comportamiento inútil.
3. Las personas que sufren problemas psicológicos pueden aprender mejores formas de afrontarlos, aliviando así sus síntomas y volviéndose más eficaces en sus vidas.
El tratamiento con TCC suele implicar esfuerzos para cambiar los patrones de pensamiento. Estas estrategias pueden incluir:
• Aprender a reconocer las distorsiones del pensamiento que están creando problemas y luego reevaluarlas a la luz de la realidad.
• Obtener una mejor comprensión del comportamiento y la motivación de los demás.
• Utilizar habilidades de resolución de problemas para afrontar situaciones difíciles.
• Aprender a desarrollar un mayor sentido de confianza en las propias capacidades.
El tratamiento con TCC también suele implicar esfuerzos para cambiar patrones de comportamiento. Estas estrategias pueden incluir:
• Enfrentar los propios miedos en lugar de evitarlos.
• Usar juegos de rol para prepararse para interacciones potencialmente problemáticas con otros.
• Aprender a calmar la mente y relajar el cuerpo.
No todas las terapias cognitivo conductuales utilizan todas estas estrategias. En cambio, el psicólogo y el paciente/cliente trabajan juntos, de forma colaborativa, para comprender el problema y desarrollar una estrategia de tratamiento.
La TCC se centra en ayudar a las personas a aprender a ser sus propios terapeutas. Mediante ejercicios durante la sesión, así como tareas fuera de ella, se ayuda a los pacientes/clientes a desarrollar habilidades de afrontamiento, lo que les permite aprender a cambiar sus propios pensamientos, emociones problemáticas y comportamientos.
Los terapeutas cognitivo-conductuales se centran en lo que ocurre en la vida actual de la persona, en lugar de en lo que ha provocado sus dificultades. Se necesita cierta información sobre la historia personal, pero el enfoque principal es avanzar en el tiempo para desarrollar maneras más efectivas de afrontar la vida.