24/08/2020
Cuando Adan y Eva salieron del paraíso todos sus sentidos quedaron afectados, excepto el olfato.
Este sentido está aún puro, intacto. A partir de él aun podemos reconectarnos con el mundo espiritual, con la divinidad. Es una cuerda que permite reconectar.
El olfato ha sido subestimado y tiene una íntima relación con el sistema límbico, que está formado por varias estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos. Es decir, en él se encuentran los instintos humanos (hambre,placer,miedo,agresividad.)
Está formado por: Cuerpo calloso, Septa, Talamo, Hipotálamo, Hipocampo, Amígdala y Mesencéfalo.
Este sistema interacciona muy velozmente y al parecer sin que necesite mediar con los estímulos cerebrales superiores. Este sistema regula las emociones.
Límbico significa etimológicamente borde, límite. El miedo,la felicidad,rabia,como estados emocionales tiene su base neurológica en esta red de neuronas. Aquí viven las emociones .
Entonces por un lado nos conecta con las emociones y por otro con lo superior. De allí la importancia de la selección correcta del aroma.
Es muy importante no olvidar que cada uno de nosotros tiene recuerdos, traumas y sensaciones únicas. Por lo tanto la elección debe ser personalizada. No basta saber solo la utilidad del óleo. Hay que ver que produce en mi ese aroma.
Les propongo seguir investigando y desarrollando este tema informándonos que son:
Los óleos
Los rocíos áuricos
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