11/08/2025
He estado en la costa durante unos días.
Durante estos días he disfrutado mucho de los aspectos “normales” de unas vacaciones.
La playa, la comida, el tiempo…
Todo esto es muy disfrutable pero no tiene ninguna capacidad de hacerme sentir en paz.
Las mismas vacaciones pueden convertirse en un momento amargo: Puedo perder las maletas, me pueden cancelar los vuelos, el tiempo es malo…
Aunque haya momentos en los que estamos felices con nosotros mismos, la tendencia es creer que son los momentos, las cosas o las personas las que “producen” esa felicidad.
Es absolutamente falso y, sin embargo, 100% aceptado.
No hay nada que contenga isótopos de felicidad.
En las clases semanales, a través de los textos clásicos, digo a los alumnos que sólo nosotros mismos podemos estar satisfechos.
Y enfatizo lo de “sólo nosotros”.
También enseño que “Uno mismo ya es el Ser completo que anhela ser a través de todas las experiencias”.
Lo que pasa que esta afirmación no es para ser creída o para ser repetida como una afirmación positiva.
Repetir es totalmente inutil.
Repetir no es comprensión.
Imaginar o pensar que, más o menos entiendo, es mera fantasía.
Es un descubrimiento que ha de ser visto y hecho realidad a través de un proceso de autoconocimiento.
En ese proceso he de ver lo falso como falso.
Y saborear lo verdadero.
Mientras que no vea estas dos cosas, lo falso como falso y lo verdadero como verdadero…
No podré dirigirme de una manera exitosa a satisfacer mi propio anhelo de paz, felicidad, seguridad..
Y exitosa no quiere decir adquirir felicidad, logros, metas, experiencias….
No es nada de eso.
Es otra cosa, totalmente diferente a lo que has oído hasta ahora.
Imagínate lo importante qué es.
Yo diría que es lo más importante de la vida.