11/06/2013
Nos llevan a todos lados, cargan con todo el peso de nuestro cuerpo y nos permiten movernos con total libertad. Los pies son una parte muy importante de nuestra anatomía y necesitan atención y cuidados.
A menudo los maltratamos: peso excesivo, uñas mal cortadas, zapatos apretados, tacones muy altos, andar descalzos en lugares con alto riesgo de infección, etc. Y cuando los pies sufren, todo nuestro organismo se resiente. Una dolencia en los pies puede ser el primer síntoma de un problema médico de mayor importancia (artritis, diabetes y trastornos neurológicos o circulatorios).
CUIDADOS BÁSICOS:
BUEN ASEO Y SECADO DIARIO de la zona de los pies, prestando especial atención entre los dedos. Al estar casi todo el día dentro de un zapato cerrado, expuestos a la oscuridad y la humedad del sudor, se convierten en un posible foco de hongos
ZAPATOS CÓMODOS. Si usas zapatos de tacón, mejor que sean con plataforma y con punta más redondeada ya que fuerzan menos la curvatura del pie y disminuyen la aparición de juanetes y callosidades.
CALCETINES O MEDIAS FRESCAS. El algodón ayuda a la transpiración y protege los pies de hongos y bacterias causantes de micosis y mal olor.
Aplicar algún tipo de CREMA O LOCIÓN HIDRATANTE antes de dormir, dando un suave masaje e insistiendo en las zonas más resecas y hasta su total absorción.
CORTAR LAS UÑAS TODAS LAS SEMANAS. El corte ha de ser recto, y debemos rematarlo con una lima para evitar dejar bordes filosos o astillas