21/06/2024
❄️INVIERNO❄️ 冬天
🌊Elemento Agua 水元素🌊
El trigrama del agua es Kan, lo abismal, peligro, como una OSCURA corriente de agua en el fondo de un desfiladero. Es la energía del invierno, el frío, al cual son susceptibles el riñón y la vejiga, que se encuen-
tran en el calentador inferior, el plexo hipogástrico. Según los taoístas, el agua del organismo ebulle en el calentador medio, el que metaboliza los alimentos, llega como v***r al calentador superior, para ser dis-
tribuido por pulmón y corazón a todo el cuerpo, y es expulsado como corriente líquida desde el calentador inferior por el riñón y la vejiga.
El invierno es el apogeo del Yin. Las noches son más largas que los días, la energía migra de la superficie de los cuerpos hacia lo profundo, como la savia en las plantas. En la naturaleza todo se aquieta a la espera
de tiempos mejores. Debido a la disminución general de la energía, en invierno es cuando más se aprecian los beneficios del Chi Kung.
En los riñones se atesora la energía sexual o esencial; allí, entre las vértebras lumbares segunda y tercera, está el Ming Men, sobre el que profundizaremos más adelante. En esta zona se halla el asiento
de la voluntad, decían los chinos en la antigüedad, y hoy sabemos que allí se encuentran las glándulas suprarrenales, responsables de volcar al torrente sanguíneo catecolaminas vinculadas a la acción, a
la voluntad vital. Masajear la zona lumbar y parte posterior de las piernas, al igual que golpear el suelo con los talones, llama a la energía a la zona renal y
la parte baja del cuerpo, calentador inferior, donde se encuentran elementos relacionados con la reproducción, la energía prenatal original
(jing), la eliminación. Hay relación con el centro energético Swadisthana del Yoga, relacionado con lo sexual, lo líquido, lo lunar y lo más íntimo y primigenio que nos une a los procesos vitales universales.
La función de lo que la medicina tradicional china llama riñón comprende en realidad, además del riñón propiamente dicho, a la glándulas suprarrenales, y a los órganos sexuales, al punto que el nombre para los testículos en chino es “riñones externos”. La energía
sexual, atesorada en los riñones, se expresa por dos polos creativos; hacia abajo como creación de vida y prolongación de la especie, hacia arriba como creación artística, intelectual, y en un grado mayor de refinamiento, desarrollo espiritual. Éste último es el proceso alquímico conocido como Los Tres Tesoros, donde el Jing o energía esencial se transforma en Chi, expandiendo el campo energético corporal, para
luego, alquimia taoísta mediante, refinarse en Shen, expandiendo la conciencia, el espíritu. Así como el corazón es el sol del microcosmos humano, el riñón
es la luna que gobierna las mareas. El aspecto Yin del riñón tiene que ver con el control de los líquidos, la aldosterona y el equilibrio sodio-potasio. Es el riñón el que filtra el agua corporal determinando cuánto
se va a eliminar por vejiga, y cuánto vuelve al pulmón para de allí ser distribuido al resto del organismo. En 24 horas toda la sangre del cuerpo pasa por los riñones unas 50 veces.
La función Yang del riñón es la de elevar los líquidos útiles al pulmón para que éste los distribuya, como así también estimular al bazo-páncreas para que haga lo mismo con el Chi de los alimentos que extrajo del estómago. De este aspecto Yang del riñón depende el Wei Chi, la energía defensiva relacionada con el sistema inmunológico. Es la energía más Yang y externa, por lo que en invierno requiere un es-
fuerzo extra mantenerla en el exterior como una coraza protectora. Nos defiende de las energías perversas externas, como el frío en este caso,
que debilita el cuerpo y merma el Chi guardián dejándonos expuestos a los agentes patógenos.
Las estructuras corporales vinculadas a la energía esencial son el sistema nervioso central, las glándulas endocrinas, los huesos y sus médulas, lo que involucra a la sangre, por el tejido eritropoyetico y el de for-
mación de glóbulos blancos. Los procesos de debilitamiento óseo están en relación directa al debilitamiento renal. Más adelante hablaremos de las cualidades del Chi Kung y el Tai Chi para tratar la osteoporosis.
La nutrición e irrigación correctas del cerebro se suponen también reguladas por riñón. El líquido cefalorraquídeo también depende de este
órgano. La energía esencial es la que circula por los vasos curiosos o reguladores.
El órgano de los sentidos que depende del riñón es el oído, el primero que aguzamos para detectar el peligro. En los tratados clásicos de medicina china se dice que el riñón florece al exterior en el pabellón
auricular. También que el riñón llora por las rodillas. De éste modo, cuadros aparentemente inconexos como estar más temeroso de lo habitual, con sensación constante de frío, dolores lumbares, debilidad en
las rodillas, falta de voluntad, disminución de la libido, acúfenos, pueden responder a una situación de agotamiento de la energía renal.
Las energías perversas internas, dice la med trad china, son las emociones, cuando se salen de cauce. En el caso del riñón, esta emoción es el miedo. Un riñón débil nos vuelve aprensivos, y a su vez un
episodio aterrador va a repercutir en la energía de riñón. Los Estados fóbicos, los ataques de pánico, son la manifestación extrema del desequilibrio del Zhi, el alma vegetativa del riñón. El miedo nos paraliza,
nos aleja del suelo, elevando el centro de gravedad a un lugar falso, en lo alto del pecho, casi en la garganta, dejándonos con la sensación de tener “el corazón en la boca” y sin raíz, ya que las piernas parecen no
poder sostenernos. El miedo nos enfría, paraliza el diafragma, tensa y eleva los hombros, restringe la capacidad pulmonar. La vitalidad se esconde, petrificada en lo profundo del cuerpo, y palidecemos. Su expresión es el sollozo, el gemido, el grito. Los ojos muy abiertos y fijos, los oídos alertas, al acecho del peligro.
El temor nos estresa, nos tensa. La tensión prolongada provoca dolor. El dolor, si se prolonga, produce sufrimiento. Vivir con temor es
vivir sufriendo. Por eso más que nunca es
importante mantener el fuego de la práctica del
Chi Kung durante el Invierno.
Mente de Agua, Mente de Fuego. Gustavo Villar