09/10/2023
La desintoxicación iónica juega un papel muy importante en la correcta eliminación de las toxinas del cuerpo, ya que el efecto del campo electromagnético generado en el agua sobre los puntos reflejos genera un estímulo que se propaga a los diferentes órganos.
La desintoxicación iónica es una terapia de limpieza de las toxinas de nuestro cuerpo, una rutina que se debería adoptar para mantener la salud.
El cuerpo humano se contamina de fuentes externas (exógenas) como internas (endógenas).
Los medios más comunes de la exposición de toxinas externas son: la inhalación de aire contaminado, humo de ci*******os (fumador pasivo), productos químicos, agua, medicamentos, plaguicidas, teléfonos celulares, monitores de computadoras, hornos de microondas, redes eléctricas, antenas, etc.
Las fuentes internas de toxinas son: fermentación de los alimentos ingeridos, deshidratación, mala alimentación, stress y desequilibrio emocional.
Como se puede ver, incluso personas que conscientemente logran estilos de vida saludables, están sujetas a muchas fuentes de intoxicación en su vida.
Electrones y toxinas
La vida y la salud del ser humano son determinadas por la cantidad de electrones que se llevan dentro el cuerpo.
Una persona sana debe tener un 80% de electrones negativos (aniones) y 20% de electrones positivos (cationes).
Debido a la contaminación del aire, agua y alimentos, además de otros factores provocados por el “estilo de vida” actual, acumulamos electrones positivos en nuestro cuerpo. La acumulación excesiva de cationes se convertirá en toxinas.
La terapia trabaja a nivel electrolítico, llevando a cabo un proceso llamado ionización, mediante el cual se rompen las moléculas del agua que se encuentra en el recipiente en donde están los pies, separándolas en miles de iones negativos.
Por ósmosis, una gran cantidad de aniones (iones negativos) penetran las diferentes membranas del cuerpo y, al encontrarse con iones positivos, es decir con toxinas adheridas a los diferentes tejidos corporales (piel, órganos, etc.), la carga negativa de los aniones neutraliza la carga positiva de las toxinas.