09/11/2025
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🩸 9 de noviembre de 1914: Luis Agote y la primera transfusión de sangre conservada, un hito mundial nacido en Buenos Aires
https://mendozantigua.blogspot.com/2025/11/9-de-noviembre-de-1914-luis-agote-y-la.html
El doctor Luis Agote (1868-1954) realizó en el Hospital Fernández de Buenos Aires la primera transfusión indirecta de sangre con anticoagulante, utilizando citrato de sodio para evitar la coagulación. Ese día, el portero del hospital —José Machiá o Ramón Mosquera, según distintas versiones— se convirtió en el primer donante de sangre del país y del mundo, al ceder 300 cc de su sangre a un paciente con tuberculosis pulmonar. El éxito fue inmediato y pocos días después, el 14 de noviembre de 1914, la técnica se repitió en el Hospital Rawson, certificada por médicos y autoridades, marcando el inicio de la era de la “sangre almacenada”. El método de Agote permitió conservar sangre en recipientes sin que se coagulara, algo nunca logrado antes. Tres días después, el New York Herald difundió la noticia, y el hallazgo se conoció en todo el mundo. Aunque otros médicos como Richard Lewinsohn (EE.UU.) y Albert Hustin (Bélgica) intentaron atribuirse el descubrimiento, la comunidad científica reconoce a Agote como el pionero. Su técnica fue decisiva durante la Primera Guerra Mundial, cuando millones de heridos pudieron recibir transfusiones seguras. La idea surgió de un comentario trivial de su profesor Dr. Nelly en 1890: “Échele citrato de sodio al huevo y no habrá Dios capaz de cocinarlo”. Agote dedujo que el citrato podía impedir la coagulación de la sangre. En un experimento, guardó sangre tratada con citrato en su caja fuerte durante una semana: al regresar, seguía líquida. Ese frasco fue, en efecto, el primer banco de sangre del mundo. La proporción exacta descubierta fue 25 centígramos de citrato por cada 100 gramos de sangre, sin alterar su composición. Nació en Buenos Aires en 1868 y se doctoró en la Facultad de Medicina de la UBA en 1893. Fue Secretario del Congreso Interamericano de Medicina e Higiene y Diputado Nacional entre 1910 y 1918. Su decisión de no patentar el método permitió que el mundo entero lo utilizara libremente, salvando millones de vidas.