29/09/2018
❣️♥️❣️♥️DÍA MUNDIAL DEL ♥️❣️♥️❣️
“La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada – Schopenhauer”
El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón con el objetivo de dar a conocer las distintas enfermedades cardiovasculares, así como su prevención y tratamiento. Cada año mueren aproximadamente 7 millones de personas de enfermedades coronarias siendo, según los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud, la primera causa de muerte tanto en hombres como en mujeres.
Estas enfermedades presentan más de 300 tipos de factores de riesgo. A pesar de que existen factores que no podemos alterar, tales como nuestra genética, existen otros que sí son modificables entre los que destacan el consumo de alcohol y tabaco, la obesidad, el colesterol elevado, el sedentarismo y las dietas poco saludables.
Prevención y rehabilitación cardíaca
Dentro de este contexto aparecen los programas de prevención y rehabilitación cardíaca. Estos programas se implementan después de sufrir un evento cardíaco, y su objetivo principal es evitar la aparición de un segundo evento. Para ello, se trabajan a nivel grupal diversos componentes, como la adherencia a la medicación, el entrenamiento físico y cambios en el estilo de vida.
El trabajo multidisciplinar en este tipo de programas es fundamental, ya que es necesario conocer las barreras y fortalezas personales de cada participante del programa para poder adecuar las actividades. En este marco, las tareas del psicólogo son múltiples, entre las que se destacan la detección de problemas psicológicos que puedan dificultar la adherencia al programa de rehabilitación cardíaca, como los síntomas depresivos o ansiosos.
Además, pueden enseñar técnicas para el manejo de estrés y afrontamiento de situaciones con carga emocional negativa. De esta manera se trabajan tanto los factores de riesgo psicológicos asociados a la enfermedad cardiovascular como la recuperación ante el evento cardíaco.
A pesar del desarrollo de tratamientos efectivos y eficaces para la enfermedad coronaria, el número de personas afectadas es muy elevado. Por este motivo, en los últimos años ha aumentado el interés por descubrir cuáles son las características de población que pueden estar influyendo en la baja adherencia a los programas de prevención y rehabilitación cardíaca. Entre estas características podemos señalar diferencias de género, un estatus socioeconómico bajo, o la edad avanzada.
Concretamente, desde hace menos de una década se han comenzado a realizar actividades dirigidas a la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en la mujer. En definitiva, tener presente estas variablesacilita el desarrollo de guías de tratamiento más adecuadas.
De manera individual, podemos ser agentes de cambio. El Día Mundial del Corazón es perfecto para iniciarnos en la adquisición de hábitos de vida saludable, si aún no los tenemos, o ayudar a los que nos rodean para que los comiencen. Entre todos podemos hacer que nuestro corazón siga trabajando durante muchos años.
