Gotitas para sanar el alma

02/10/2025

Se que no es fácil, se que el trabajo nos lleva muchas horas, pero si podes, lo que puedas: frena un poco e intenta ajustar las condiciones para construir ese puente en lo cotidiano con tus peques.

Y cuando estés ahí compartiendo que ese tiempo no sea llenado únicamente con dar órdenes de las cosas que hay que hacer para llegar al día siguiente.

Detenete a jugar, y a escuchar su sentir, para que sean capaz de inventar nuevos colores , propios de ese tiempo compartido, la mezcla de los colores entre ustedes.

Cada vez hay más familias desconectadas con las infancias,yendo todo el día de acá para allá y en los tiempos de estar en casa o "descansar" de actividades, el tiempo es llenado con vacíos, antes que los abrazos y juegos con mamá y papá.

Si queremos ver cambios en ellos, pongamos nosotros los adultos lo que hay que poner para que esto suceda.

Tener la enorme responsabilidad de criar con afecto implica hacerse preguntas verdaderas en torno a las necesidades de las infancias, que no son las mismas que las necesidades de los adultos, que no van al ritmo de este sistema loco... quizás un juguete menos comprado en el mes, pero unos abrazos más compartidos con mamá y papá hagan la diferencia...

SENTI SUS EMOCIONES, NO HAY UNA SEGUNDA INFANCIA❤️

12/09/2025

26/08/2025

Cuando lo cargas con tus vacíos, tus dolores y tus problemas de adulto, le robas su infancia para llenar tu soledad.
Hay niños que no juegan, no exploran, no desobedecen…
Porque están ocupados sosteniendo emocionalmente a sus padres.
Hijos que se convierten en confidentes, consejeros, terapeutas de mamá o papá.
Y eso no es madurez: Es abandono disfrazado de cercanía.
📚 Estos niños crecen creyendo que su valor está en cuidar, salvar o calmar al otro.
Pierden su espontaneidad, su identidad, su niñez.
🔍 Virginia Satir lo llamó: “el hijo salvador”: aquel que carga con la armonía emocional de toda la familia.
⚠️ Esto es una herida de infancia, que no se ve… pero marca todo el desarrollo emocional.
Un niño que es obligado a ser adulto antes de tiempo… queda emocionalmente atrapado en una infancia rota.

Tu hijo no vino a cuidarte. Vino a ser cuidado.

Cuando lo conviertes en tu pareja emocional, lo llenas de un amor que no pidió y no sabe cómo manejar.
Le llamas “mi apoyo”, “mi razón de vivir”, “mi todo”…
Pero por dentro él grita:
“¡Yo solo quería jugar!”
Y un día, ese niño crecerá…
y buscará relaciones donde tenga que cuidar, salvar o sostener al otro…
porque así le enseñaste que se gana el amor. 💕