26/07/2023
La fisioenergética va a la memoria celular, porque considera que todo lo que nos atraviesa energética y fisicamente, se guarda de alguna forma en las células de nuestro cuerpo.
Esa información, la de nuestra memoria, según como hayamos percibido y respondido a nuestro entorno a lo largo de la vida, se puede recuperar a través del test que realizamos aplicando estímulos como mudras, intenciones, testajes de flores o imagenes de chakras.
Los músculos a los lados de la columna serán los que reaccionen, estresándose y manifestando un refelejo muscular, o pueden no responder de ningún modo. A esas respuestas las cosideramos como un "si" o un "no". Digamos que, un cambio en el reflejo de los brazos nos indica, "sí, esto significa algo para mí, esto me genera un estrés". Cuando no hay ningún movimiento, comprendemos que no hay una carga sobre ese tema o algo a tratar, o que no estamos colocando la flor que la persona necesitaría tomar.
En nuestro sistema se encuentran guardados los circuitos neurofisiológicos que se activaron en algún momento, donde no se pudo escapar o reaccionar a determinada situación y esto generó, quizás, la sensación de estar atrapado ante un evento traumático, y la consecuente formación de un loop que repetimos a lo largo de la vida ante situaciones que se perciben similares. A través de la fisioenergética, podremos desprogramar esos circuitos, liberar la tensión emocional e ir conociendo capa a capa cuál es el sentir o la posible nueva forma de estar en el mundo, que se encuentra esperando debajo de aquellas memorias y emociones.
Esta información celular, me recuerda la idea de que somos un reflejo del universo del que formamos parte. Lo mismo creo que sucede con nuestras celulas. Reflejan lo que se encuentra en nuestro campo emocional, a nivel consciente o inconsciente, y la fisioenergética va a poder trabajar con esa información, guardada en el interior de nuestro vasto y complejo campo, para modificar su vibración.
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