24/05/2023
La centralidad de la actualización de los conceptos teóricos.
Neurosis degrada.
Relación entre sujeto y la realidad. Fundamental diferenciar:
Construcción psíquica y Subjetividad. Es verdad que se usa de manera indiscriminada muchas veces y esto genera confusiones no menores.
La construcción del aparato psíquico se trata de definir el Inconsciente. A partir de una legalidad. A partir de la constitución infantil. Fijación , represión son los destinos de la organización pulsional. La función materna traumatiza al aparato, implanta la pulsión y lo narcisiza.
El psiquismo infantil se construye. La Complejidad que forma parte desde el origen que vamos a conocer como neurosis infantil.
Respecto de la subjetividad: hablamos de un sujeto histórico. Hay Formas de representación que cada sociedad instituye para la conformación de sujetos. Las formas en que cada sujeto constituye su singularidad. La Producción de subjetividad es un producto histórico. Regula los destinos del deseo, según lo que la sociedad considere sintónico, del lado del yo y destinos del deseo (causa del deseo).
La producción de subjetividad regula los destinos pulsionales (marcado por la sociedad) , estos pueden variar. La causa del deseo va a quedar en la organización psíquica.
Construcción del aparato psíquico y la producción de una subjetividad diferenciada.
¿La realidad cuanto afecta al aparato psíquico? Después de la experiencia de la pandemia obviamente que si. La organización psíquica se vio alterada. En los niños se ve. La realidad ha impactado de lleno en la organización psíquica.
Degradación en la Represión en las Neurosis degradadas.
El conflicto en tanto sujeto ético, atravesado por una ley, cada vez es más difusa. Dónde está ubicado el sujeto ético, qué ley, qué principios morales son los propios de esta época.
El otro camino alude al efecto de la cultura. Freud en El malestar en la cultura dice que la cultura sirve para remediar el sufrimiento humano, pero son limitantes del placer y son causas de nuevos sufrimientos. Los límites son cada vez más difusos, nada parece estar totalmente prohibido. Esta época actual ofrece objetos que prometen la tan ansiada completud. La nostalgia de volver a esa completud. El yo queda en una posición infantil. Carácter funesto, el yo da cuenta de lo ilimitado del consumo para ser completo, el objeto no se agota. El vacío se va llenar en el consumo que cada vez se hace más grande. La lógica del sujeto en falta que lee la sociedad de consumo. “Que no te digan que no podés hacer tal cosa, el único límite sos vos mismo”, qué terrible son estas representaciones. No es necesario que te ajustes al otro, por la lógica individualista. Los discursos actuales construyen un sujeto que ocupa el lugar de Falso amo.
Este aspecto ahora no solo es tomado por el discurso capitalista sino también por aquellos sectores que son supuestamente críticos de la lógica capitalista. La proliferación de objetos de autosatisfacción, la idea de que solo se puede estar con otra persona si es igual a vos, la degradación de la idea de pareja estable, el ataque a la monogamia per se, a la idea del amor en tanto construcción y lugar de satisfacción, la idealización de la vida en solitario, el ataque a las tradiciones que se fundan en el encuentro intergeneracional, la primacía de los aspectos individuales por sobre los aspectos comunitarios, el ataque a las construcciones identitarias fundadas en los modelos culturales, la sexualización de las infancias a través de discursos de libertad y de supuesto cuidado y muchas otras cosas más.
Hoy día el deseo está obturado por la cantidad de objetos que el mercado impone a la demanda. Y nos encontramos en la clínica con sujetos que no pueden desear. El goce es el que ocupa ese lugar. El sujeto queda del lado del vacío, ya que el deseo es en relación a la falta. Este discurso preponderante, en donde la renuncia al goce es visto como un ataque a la libertad personal, indica “goza” pero no deseés. Lo que no existe es el límite al goce y predomina un vacío que ningún objeto puede llenar, por esto el consumo compulsivo de objetos pero que nunca lo logra llenar. Produce una endeblez en la subjetividad, el predominio de Tánatos sobre Eros, la pulsión de muerte por sobre la pulsión de vida. La falta del Otro tanto en la construcción del psiquismo como en la construcción de subjetividad. Ese Otro va siendo reemplazado por un Otro virtual. El Otro es reemplazado por un objeto. Es una metamorfosis de la Falta, taponada con objetos que amordazan el deseo, nombrada por un vacío sin palabras, que no es la insatisfacción propia de las neurosis.
¿qué sucede si la articulación con el otro se aligera, el otro de la Ley? Alienados a un goce irrestricto de la desvinculación con el Otro, ilusión de completud, perpetuándolo en la vulnerabilidad infantil. Se logra perpetuar al sujeto posmoderno en un lugar de vulnerabilidad, omnipotente y narcisista. El sujeto del deseo degradado que no es lo mismo que el sujeto insatisfecho. Con un vacío que angustia, que lo deja instalado en la compulsión a la repetición, que paraliza. Angustia primaria que paraliza. Tiene que ver con la desconexión con el otro, deja al sujeto a la deriva, intentando construir algo de su subjetividad en el encuentro con los objetos. El trabajo con estos sujetos nos convocan a reconstruir los vínculos con lo simbólico, enlazar con el Otro simbólico.
Tambalean las identidades, y abundan angustias difusas y el vacío.
No podemos negar la incidencia de la realidad sobre el psiquismo, la incidencia de la degradación de los valores y prohibiciones, como la degradación del lugar del “otro” en la conformación del psiquismo y de su funcionamiento. Esto da cuenta del fracaso de un proyecto individual y colectivo que da lugar al sufrimiento diferente. La degradación del otro diferente pero que debe permitir reconocerme como poder establecer también una relación asimétrica.
El amor no entra en la lógica de los valores posmodernos, por ende no entra el “otro”.