15/10/2025
15 de Octubre "Día Mundial de la Ambliopía"
La ambliopía, también conocida como "ojo vago" o "perezoso", es una condición en la que la visión en uno o ambos ojos no se desarrolla correctamente durante la infancia. El cerebro aprende a depender del ojo más fuerte y desatiende las señales del más débil, lo que provoca una disminución de la agudeza visual que no se corrige completamente con gafas o lentillas.
Síntomas
La ambliopía a menudo es difícil de detectar, especialmente en los niños, que son quienes más la sufren. Los síntomas pueden incluir:
Un ojo que parece desviarse hacia adentro o hacia afuera (estrabismo).
Pobre percepción de la profundidad.
Entrecerrar los ojos o inclinar la cabeza.
Resultados anormales en las pruebas de detección de la visión.
En casos severos, una persona con ambliopía puede ver de forma borrosa o poco nítida con el ojo afectado.
Causas
La ambliopía se desarrolla porque algo interfiere con el uso normal de ambos ojos, lo que provoca que el cerebro ignore las imágenes del ojo más débil. Las causas principales son:
Ambliopía estrábica: Ocurre cuando hay una desalineación persistente en uno de los ojos. El cerebro ignora la imagen borrosa o doble que proviene del ojo desviado para evitar la confusión visual, lo que hace que ese ojo pierda su función progresivamente.
Ambliopía refractiva (anisometrópica): Se produce cuando existe una gran diferencia de error de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) entre los dos ojos. El cerebro se concentra en la imagen clara del ojo sano e ignora la borrosa del otro ojo.
Ambliopía por privación: Se origina por un problema que bloquea la visión de un ojo, como una catarata congénita (opacidad del cristalino) o la ptosis (párpado caído). Este tipo es el más grave y debe ser tratado de inmediato.
Diagnóstico y tratamiento
Diagnóstico: Es crucial detectar la ambliopía en los primeros años de vida, ya que la plasticidad cerebral es mayor y el tratamiento es más efectivo. Las pruebas de visión en la infancia son fundamentales para identificar el problema a tiempo.
Tratamiento: El tratamiento busca obligar al cerebro a utilizar el ojo más débil para desarrollar su visión. El método más común es la oclusión, que consiste en tapar el ojo con mejor visión con un parche durante varias horas al día. Otros tratamientos pueden incluir:
Corrección de la causa subyacente: Uso de gafas para corregir errores refractivos.
Cirugía: Para corregir cataratas o el párpado caído.
Terapia visual: En algunos casos, se pueden recomendar ejercicios visuales para entrenar el cerebro.
Medicamentos: El uso de gotas oftálmicas que dilatan la pupila del ojo sano para emborronar su visión y forzar al ojo débil a trabajar.
Pronóstico
El éxito del tratamiento depende de la edad del paciente y de la gravedad de la ambliopía. La intervención temprana es la clave, ya que si no se trata antes de los 7 u 8 años, la pérdida de visión puede volverse permanente. En los adultos, el tratamiento es más difícil, pero existen nuevas opciones quirúrgicas.