15/05/2021
Pensá en qué palabras se te ocurren primero si te pido que me digas, por ejemplo, cómo debe ser el trabajo: ¿Fácil? ¿Sacrificado? Todo eso que pensás, forma parte de tus propias creencias, y son la suma de las vivencias de tus ancestros, de las de tu mamá durante la gestación y de tus propias experiencias. También las frases que se repiten en la familia pueden generar creencias.
Las creencias son programas que permiten procesar los estímulos del entorno haciendo juicios de valor sobre situaciones o cosas, clasificándolas y etiquetándolas. El cerebro evalúa los estímulos y envía respuestas en base a las etiquetas. Es una forma de ahorrar recursos y de poner rápidamente en funcionamiento el ataque o huída en caso de estar en peligro. Las creencias forman parte de tu vida diaria y, aunque quizás fueron útiles en algún momento, cuando quedan obsoletas generan círculos viciosos que no te permiten alcanzar objetivos o recuperar tu salud. Resignificar tus creencias te permite modificar la percepción que tenés sobre tu entorno para producir una respuesta diferente ante lo que sucede, desactivando los síntomas que te aquejan.
Dra. Josefina Romero
Consultora Humano Puente
Bioexistencia Consciente
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