26/10/2025
Este diagrama es una profunda síntesis de la cosmología taoísta, un mandala de movimiento y quietud que expresa cómo el universo se equilibra perpetuamente a través de la oposición rítmica.
En su núcleo reposa el Taijitu, el familiar símbolo del yin y el yang, pero aquí se expande en capas concéntricas de los 64 hexagramas del I Ching, revelando un código más profundo detrás de la existencia misma.
Toda creación se despliega como una respiración de polaridad.
Dentro de la oscuridad, la semilla de la luz se agita, dentro de la luz reposa el misterio de la oscuridad.
Este intercambio no es conflicto, sino correspondencia, un diálogo cósmico en el que el Uno aprende a verse a sí mismo a través de la danza de los Dos.
El diagrama traza ese diálogo eterno en el tiempo y el patrón.
Cada hexagrama, nacido de seis líneas binarias, refleja una vibración específica, una disposición de corrientes yin (receptivas) y yang (activas).
No son símbolos de dualidad moral, sino estados de resonancia, algoritmos vivos mediante los cuales el Dao estructura la realidad.
Juntos forman el Libro de los Cambios, un registro viviente de transformación que revela la naturaleza cuántica de la conciencia mucho antes de la física moderna.
La progresión circular sugiere que la creación nunca es lineal.
Es espiral.
A medida que el yin crece, el yang mengua, cuando el yang alcanza su plenitud, el yin renace.
Esta modulación incesante es el pulso del cosmos, el mismo pulso que se siente en el corazón humano, en las mareas planetarias y en el giro atómico.
La esfera más interna es el Ser, pura consciencia indivisa.
Los anillos más externos traducen esa unidad en multiplicidad, en lenguaje, forma y destino.
Meditar sobre este símbolo es percibir la arquitectura del equilibrio, que el orden surge del matrimonio entre el caos y la claridad, que la luz y la sombra son las dos manos de un mismo creador, y que la sabiduría no se encuentra eligiendo un lado, sino situándose exactamente en el centro, donde las corrientes se cruzan y el silencio da a luz al movimiento.