05/05/2020
En una oportunidad llegó una mujer al consultorio, sentía un gran dolor, pensaba que tenía muchos problemas y no podía resolverlos.
Se preguntaba: ¿Por qué las cosas malas siempre me pasan a mí? ¨Yo no sirvo para esto¨ ¨Las cosas siempre me salen mal¨ ¨No logro cumplir con lo que me propongo¨.
Estos pensamientos sobre sí misma la abrumaban, comenzó a sentirse muy ansiosa, triste y desganada, ya no disfrutaba de muchas cosas y cumplía al mínimo con sus tareas.
En las primeras sesiones, pudimos establecer un vínculo para sostener la terapia, comenzamos a identificar sus principales problemáticas, así como sus emociones, las situaciones que las desencadenaban, lo que ella automáticamente pensaba y que hacía para afrontarlo.
En el transcurso de la terapia, comenzamos a registrar episodios y a pensar respuestas alternativas, a sus pensamientos y conductas.
Iniciamos la planificación de actividades. Logramos identificar tareas, aquellas que la hacían sentir bien, para empezar a retomarlas. Poco a poco, comenzó a sentirse mejor y a esforzarse por hacer las cosas que había dejado.
Cuando su malestar la invadía, trataba de afrontar las situaciones de acuerdo a las estrategias que habíamos implementado:
💢Ella aprendió a no guiarse por su estado de ánimo, para hacer las cosas.
💢Que ¨hacer¨ y mantenerse activa, es algo muy importante.
💢Resolver activamente los problemas, no evitarlos, es el mejor camino.
❤️También sabía que ante futuros desafíos podía contar conmigo.
¿Te sentís así algunas veces o te sucedió algo similar? ¿Pensás que es difícil resolverlo?
Qué opinás?
Podes escribirme y compartir conmigo tus experiencias.