14/10/2025
Hay semanas que no empiezan con entusiasmo, sino con cansancio.
Hay lunes que duelen porque arrastran los restos de un fin de semana difícil, de una noticia inesperada o de una lucha interna que nadie ve.
Pero incluso en esos días donde el ánimo parece escondido, la vida vuelve a recordarnos que despertar ya es un regalo, y que cada nuevo comienzo es una oportunidad silenciosa para volver a creer.
Comenzar otra vez no significa olvidar lo que pasó, sino mirar hacia adelante con la decisión de no rendirse.
Significa aceptar que no todo salió como esperábamos, pero que aún estamos de pie, y eso ya es una victoria.
Cada día trae consigo una promesa nueva: la de poder cambiar, sanar, avanzar y construir algo mejor, aunque sea paso a paso.
La vida no se trata de tener todo resuelto, sino de aprender a confiar mientras caminamos.
Y cuando ponemos nuestros planes en las manos de Dios, incluso lo que parecía perdido comienza a tener sentido.
Porque cuando Él está presente, el caos se ordena, la tristeza se transforma en enseñanza y los vacíos se llenan de propósito.
Así que respira, agradece y empieza otra vez.
No con prisa, sino con fe.
Porque esta semana —aunque aún no lo sepas— puede ser el inicio de algo hermoso que Dios estaba preparando para ti desde hace tiempo. 🌻✨