04/09/2025
☝️Muchas veces llamamos "capricho" a lo que en realidad es un desborde emocional...
En la primera infancia, frustrarse, llorar o enojarse no son elecciones: son señales de un sistema nervioso inmaduro que todavía no sabe calmarse solo...👶
Lo que solemos interpretar como “berrinche” es, en realidad, una emoción intensa que necesita ser acompañada...
Cuando el adulto ofrece tranquilidad, presencia y validación, el niño va aprendiendo, poco a poco, a calmarse. Porque no nacemos con la capacidad de autorregularnos: la desarrollamos en vínculo 💕.
En tiempos donde la inmediatez y las exigencias de lo “funcional” nos corren, no siempre es fácil sostener la calma frente a los desbordes emocionales de nuestros hijos. Pero cada esfuerzo vale la pena: estamos sembrando en ellos un aprendizaje de salud emocional que los acompañará toda la vida 💚
¿Notaste cómo tu propia calma ayuda a tu hijo/a a tranquilizarse? 🤓