15/11/2025
ESCUELA ARGENTINA DE YOGA Y AYURVEDA.
SEDE CENTRAL.
PARA TODOS MIS ALUMNOS Y EGRESADOS:
ASANAS SIN LESIONES; TABLA BÁSICA DE POSTURAS
Por el Maestro Ramiro Calle, desde Madrid:
Solo hay un hatha-yoga, pero muchas derivaciones del mismo y algunas que son malas copias o burdas falsificaciones. Quizá llegue un día, por lejano que sea, en que se reconozca hasta qué punto el yoga físico ha sido falseado, adulterado y prostituido, y no solo en Occidente, sino también, y aún más inexcusablemente, en la India.
Me siento muy afortunado por haber hallado ya a los quince años de edad las bases del verdadero hatha-yoga, lo que tampoco era fácil, pues desde los años 30 venía propagándose, sobre todo en Estados Unidos, un yoga físico más cercano al culturismo que otra cosa, a menudo propiciado, indecorosamente, por los gurús hindúes, que eran como deidades que no podían ser cuestionadas y mucho menos criticadas, pero que ahora, sin el burdo velo de la superstición, se puede aseverar que muchos de esos mentores tenían los pies en el barro y el techo de cristal como cualquier humano y estaban muy lejos de la santidad que se autoatribuían.
Enseguida aprendí que el verdadero hatha-yoga no es acrobacia, calistenia, exótico deporte, contorsionismo, un culto pseudosanturrón y dogmático o palabrería vacía sobre supuestos beneficios inventados para capturar a los más incautos o a los compulsivamente anhelantes del rejuvenecimiento y la longevidad. Aprendí que el hatha-yoga auténtico es también una técnica para facilitar el autodesarrollo y la evolución de la consciencia, donde el cuerpo se convierte en un precioso instrumento liberatorio y no en un objeto para afirmar el narcisismo, jactarse de una llamativa flexibilidad y dejar a los otros con la boca abierta realizando posturas propias de contorsionistas circenses.
Cuando la gente me pregunta cuál considero yo la tabla básica de los asanas, no dudo en indicarles que la que yo aprendí en mi adolescencia y he venido practicando desde hace décadas y que es:
* Bujugangasana o postura de la cobra.
* Salabhasana o postura del saltamontes (que puede ser suplida por el medio saltamontes).
* Dhanurasana o postura del arco.
* Vakrasana o postura de la torsión.
* Paschimottanasana o postura de la pinza.
* Janusirasana o postura de extensión sobre la pierna.
* Ardha-bujangasana o postura de la media cobra.
* Sarvangasana o postura de la vela (que puede ser suplida por el viparita).
Todas estas posturas pueden ser mantenidas de cuarenta segundos a un minuto o minuto y medio y son idóneas para trabajar sobre el cuerpo, la mente y las energías, pudiendo ser utilizadas como una forma de meditación a través del plano somático. Tienen infinidad de ventajas, pero una muy concreta y esencial: no lesionan y son sumamente beneficiosas para el cuerpo y la mente, lo que en absoluto puede decirse de los yogas gimnásticos y agresivos, y cuanto más gimnástica y agresiva sea la modalidad, mayor es el riesgo de lesiones, sobre todo en personas con más de cincuenta años que no estén entrenadas físicamente.
Esta no es en absoluto una aseveración, sino totalmente comprobable. Sé de qué hablo, no solo porque llevo sesenta años practicando hatha-yoga y hemos dado clase a más medio millón de personas, sino porque he efectuado toda clase de asanas, incluso los más atrevidos y dificultosos, como queda evidenciado en mis numerosos fascículos de yoga y en mi libro "El Yoga y sus secretos" (Editorial Ela). Son innumerables las lesiones que han causado los yogas agresivos, aunque torticeramente solo se pone el acento en sus beneficios, pero los profesores honestos y sinceros de los yogas gimnásticos, lo reconozcan o no públicamente, saben que lo que estoy diciendo es irrefutablemente cierto.
En cambio, muy difícilmente se puede uno lesionar con esta tabla básica de hatha-yoga, que puede ser llevada a cabo por toda persona cualesquiera sea su edad y que incluso, adaptándola, puede realizarse en una silla o taburete de ser necesario.
Una vez más resulta ilustrativo y esclarecedor diferenciar entre yoga y yoguismo. Una vez discernida la diferencia, cada persona puede optar por uno u otro sistema, pero desde el realismo y no desde las promesas falsas y triunfalistas de muchos gurús indios u occidentales. La gran enseñanza del yoga no está en ser un saltimbanqui, sino una persona noble y cooperante.
Namasté!