21/07/2025
No es magia, es práctica.
No es un gran cambio de un día para el otro. Es una suma de decisiones pequeñas, repetidas, conscientes.
Hace poco leí una frase que me quedó resonando:
“Lo que hacemos con frecuencia, hace nuestra frecuencia.”
Y me hizo pensar.
Porque sí: somos lo que practicamos, lo que elegimos, lo que sostenemos en lo cotidiano.
A veces buscamos el gran cambio, la gran respuesta, la gran transformación.
Y se nos pasa por alto que ese cambio profundo nace en lo más simple:
En cómo empieza tu día.
En cómo te hablás.
En cómo comés, descansás, respirás, caminás.
En dónde ponés tu atención y desde qué lugar hacés lo que hacés:
¿Desde el miedo o desde la presencia?
¿Desde la urgencia o desde la alegría?
La invitación es a mirar más de cerca tu día a día.
No para juzgarlo, sino para habitarlo.
Y desde ahí, elegir.
Porque no se trata solo de querer algo distinto.
Se trata de crearlo.
Y aunque no sea inmediato, sí puede ser más simple de lo que pensamos.