02/08/2023
LA MUERTE, CAMBIEMOS LA VISIÓN
Todas las grandes tradiciones espirituales de la humanidad se han desarrollado a partir de la experiencia viva de seres humanos que han dedicado su energía, mente y espíritu a la realización del misterio de la existencia.
Es muy inspirador acercarse a conocer cuáles son los fundamentos de todas estas tradiciones y sentir que, más allá de las formas, lo esencial es idéntico, que cada tradición aborda el misterio desde una perspectiva diferente, pero todas, sin excepción, apuntan a lo mismo, todas “señalan con distinto dedo la misma Luna”, "todos los caminos conducen al mismo lugar".
Comenzar a percibir y vivir la muerte como imbricada íntimamente con la vida, como parte de la existencia. Así como la respiración es una sucesión de inspiraciones y espiraciones, así ocurre con el fenómeno de vida-muerte: cada "pérdida" es una pequeña muerte, el crecimiento es un morirse a la forma vieja, el fin del gusano es el principio de la mariposa. Más allá de esto, la muerte física es un hito importantísimo, un gran punto de inflexión en el proceso del devenir de la consciencia, al igual que lo es el nacimiento.
Desde la concepción hasta el nacimiento, se producen una serie de cambios que condicionan el buen funcionamiento del cuerpo, mente y espíritu. Estamos hablando de CAMBIOS de estado de una misma materia prima, células madre.
quizás han oído la frase "la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma". Pues bien, comencemos a ver el nacimiento, crecimiento y la muerte como eso, simples cambios de estado de la misma energía, donde nada se pierde, sino que todo vuelve a ser lo que era.
Cambiar la visión de la muerte implica no pensar en ella como un fin, sino como un cambio de estado, una nueva forma de experimentar la consciencia. Esto quiere decir que ante la muerte de un padre, el mismo, no desaparece, no se va a ningún lado, al contrario, se hace parte de todo, como también ya lo era. Lo mejor de todo es que, tu mismo eres el resultado de su propia existencia. Por lo tanto ese Padre, Madre, Hermano, Hermana, Hijo, Hija que crees que has perdido, no tienes que buscarlo en otro lado más que en ti mismo. Tus células y átomos contienen la misma información, eres 50% Mamá y 50% Papá, de la misma forma que ellos lo son de sus padres y tú lo eres de tus hijos.
Respira y siente cómo todos somos parte de una misma esencia, que nadie nos deja o nos abandona, sigue en nosotros de otra forma. Tenemos que ver más allá de lo que creíamos, salir de nuestras estructuras y ser conscientes de lo que realmente somos: AMOR en acción. Entonces no debemos recordar ese amor con tristeza, no lo estaríamos honrando, te invito que los recuerdes brindándole una sonrisa, y así lo sentirás en Comunión, en ti en tu interior.
Un abrazo de Luz. Con amor incondicional Let 💗