07/11/2025
No todo silencio es calma.
A veces es defensa, a veces miedo, a veces agotamiento.
Nos enseñaron a callar para no molestar, para no preocupar, para no “hacer problema”.
Pero lo que se calla no desaparece. Se guarda en el cuerpo, en la tensión, en el insomnio, en el cansancio.
Hablar no siempre alivia de inmediato, pero abre un espacio.
Un lugar donde algo de eso puede transformarse.
No se trata de hablar de todo, sino de dejar de sostener sola lo que duele en silencio.
Qué cosas sentís que callás por cuidado o por miedo?
Podés contarlo en los comentarios o simplemente guardarte este post para cuando necesites recordarlo.