13/06/2019
Vivimos es una época donde la vertiginosidad, velocidad, comparación y ansiedad están elevados a su máxima potencia. Y ante tanta movilización continúa sentimos muchos actos de amor propio como mochilas, eso sucede con la palabra RESPONSABILIDAD y el peso energético que le cedemos.
Muy posiblemente apenas lo pienses o lo pronuncies puede que te genere una sensación de angustia, de represión, limitación, castigo, de hacerse cargo en el sentido más doloroso del término.
El origen de la palabra RESPONSABILIDAD es RESPONDERE, dar respuesta. Y claro, quien busca... encuentra. Quien pregunta, puede que escuche algo que no desea, y aquí radica la carga energética que este término acarrea. Este 'peso' es el que también lleva a que deleguemos la responsabilidad, ya sea en alguien o en algo, terapeuta, amigo, trabajo, los astros, la buena o mala suerte... y la lista sigue y sigue.
No hay solución más mágica para dar una vuelta de timón a aquella manifestación que hoy te angustia o limita, que preguntarte como co-autor de tu realidad, QUÉ QUERES, QUÉ DESEAS, DÓNDE QUERES ESTAR, CÓMO, QUIÉN QUERES SER.
Responsabilidad es sinónimo de consciencia. Volverte consciente es preguntarse, tener el coraje de recibir la respuesta que se deba recibir, integrarla y nuestro propio campo energético será el responsable de ir moldeando nuestra realidad, porque una vez conscientes ya no podemos ser indiferentes... EL CAMBIO LLEGA DE UN MODO U OTRO, y qué mejor que sea en concordancia con nuestra agenda, con nuestras expectativas, con un cuerpo sano, integrado, con una perspectiva clara y serena.
Por eso, si no te gusta la historia de tu vida, Habla con el/la autor/a... preguntate, conocete, dialogá con vos con el tono más humilde y desprejuiciado... date respuestas!
RESPONSABLES, CONSCIENTES, SERES DESPIERTOS, SERES GENUINOS, SERES FELICES!
Abrazo de luz para tod@s!
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