18/10/2025
Son pocos los momentos que dedico a la estética. Pero ayer buscando un mimito me fui a cuidar de mis pies.
Éramos 5 mujeres por arriba de los 45 años, entre las manicuras/pedicuras y las clientas.
Siempre es un momento de duda incómodo porque no sabes de que vas a hablar, porque a las señoras nos gusta hablar más que estar con el celu.
Y surgió una charla muy tierna y muy humana.
De los adolescentes, unas por madres, otras por profes, otra por médica.
Y terminamos emocionadas o conmovidas por un gesto de la profe. Que se fue de viaje y les trajo regalo a sus alumnos de 6to. Y los chicos no lo podían creer de haber estado en el pensamiento del adulto en el viaje. Que (como mi hermana también docente) disimuladamente les lleva de comer, porque sabe que en casa a muchos no les cocinan, y no siempre por falta de presupuesto.
Hablábamos de las angustias de los chicos. De lo solos que están. De lo poco mirados. De la ausencia del adulto, en la puesta de límites, en la presencia en cosas que creo esenciales como que les hagan de comer, les cosan un botón. Les laven o hagan lavar las zapatillas. Que cuando el chico se va a la escuela se levanten y los abracen, los miren, los reten, los registren.
El Adolescente existe. Tiene su voz. Tiene su opinión. No es invisible. Y necesita ser respetado.. Y todavia deber ser criado, escuchado y guiado.
El darle el celular no reemplaza la crianza codo a codo , lamento decirles.
Besos.