19/10/2025
DÍA DE LA MADRE ❤️
La relación con nuestra madre es la más importante en la vida, porque es la base con la que se construyen todas las demás relaciones.
Con la mamá estamos unidos durante la concepción y luego en la lactancia, de ella depende totalmente la supervivencia, por eso este vínculo es fundamental.
La madre representa el modelo femenino, como ser mujer; la maternidad, el amor a la vida. Para el hombre significa el modelo de compañera que busca. Su elección de pareja y la conexión con su mamá condiciona la relación con su pareja.
Si no estuvo presente emocional o físicamente, para su hija/o, o si este se sintió de alguna forma abandonado, rechazado, traicionado o injustamente tratado, es decir, no experimentó un amor incondicional, esto genera una herida emocional. A partir de estas vivencias se construyen máscaras defensivas para no sentirse vulnerable y protegerse del dolor por no haber sido querido como quería y necesitaba.
Nuestra mamá viene de una madre que muchas veces tampoco fue sostenida ni valorada. Comprender que aportaron lo mejor que tenían y aceptar que hicieron lo mejor que pudieron con sus recursos emocionales es liberador y permite sanar .
𝐋𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐟𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚:
Si el niño percibió rechazo desde su concepción y los primeros años de vida, puede tener baja autoestima. Y por eso tiende a aislarse, sentirse incomprendido y ser perfeccionista.
Si el niño percibió abandono emocional o físico, puede desarrollar dependencia, apego, inseguridad y miedo a la soledad.
El niño que se sintió humillado, por haber sido reprimido o maltratado, va a tener miedo a la libertad, creerá que debe sufrir. No va a disfrutar de la vida, ni atender a sus propias necesidades.
Si el menor se sintió traicionado (o los padres se traicionaron) se vuelve controlador, desarrolla una fuerte personalidad y necesita sentirse especial e importante. Es exigente con los demás, y quiere tener todo bajo control.
Si el niño se sintió injustamente tratado, se mostrará rígido y no admite que tiene problemas, quiere parecer perfecto, no quiere sentir y es duro consigo mismo.
𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐬𝐚𝐧𝐚𝐫:
Para poder sanar estas heridas es necesario el reconocimiento y la aceptación, cuando la herida sana estos comportamientos ya no dominan su vida.
Al reconocer al niño interior herido se le da un lugar en el corazón, poder ver su vulnerabilidad, desde el amor y la compasión, entender los miedos y necesidades que tuvo ese niño le harán comprender mejor sus motivaciones, como querer agradar, buscar aprobación, intentar ser perfecto, querer llamar la atención o ser rebelde.
Sea como fuere las experiencias vividas, venimos de padres que también tienen sus heridas de infancia, traen sus propias carencias que les dificulta amar incondicionalmente. Nuestra madre viene de una madre que muchas veces tampoco fue sostenida ni valorada.
Comprender que aportaron lo mejor que tenían y aceptar que hicieron lo mejor que pudieron con sus recursos emocionales es liberador y permite sanar.
Liberarse del peso de lo que debió haber sido o de cómo fueron las cosas; dejar de lado el resentimiento y el dolor respecto a su vida y a su madre, no significa negar lo que vivió, sino que permite abrirse a ver las cosas desde otra mirada más amorosa y compasiva con nosotros mismos y con ella, permitiéndose ver las cosas de una forma nueva en la que logre vivir mejor y más feliz.
FELIZ DÍA A TODAS LAS MADRES! ❤️ (en especial a la mía)
Lic. Diego Cerquatti
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