04/11/2025
ALERTA SANITARIA POR EL AUMENTO DE CASOS DE TOS CONVULSA: TRIPLICAN LOS REGVISTROS DE 2024 EN SANTA FE Y OTRAS REGIONES
El sistema sanitario nacional encendió las alarmas ante el aumento sostenido de casos de tos convulsa —también conocida como coqueluche— en distintas provincias del país. Según el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), los registros de 2025 triplican los del año anterior, con un crecimiento preocupante en Santa Fe, Buenos Aires y la Patagonia.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) confirmó que varios niños menores de dos años fallecieron a causa de la enfermedad, lo que generó un fuerte llamado de atención en el ámbito sanitario.
La tos convulsa es una infección respiratoria aguda causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se transmite fácilmente a través de las gotas expulsadas al toser o estornudar. Afecta principalmente a bebés y niños pequeños que aún no completaron su esquema de vacunación. Los síntomas comienzan como un resfrío leve, pero evolucionan hacia crisis intensas de tos, dificultad respiratoria, vómitos y pausas prolongadas para recuperar el aire. En lactantes, puede provocar apneas, neumonía y complicaciones graves que requieren hospitalización.
Los especialistas coinciden en que el repunte de casos está directamente vinculado a la caída de las coberturas de vacunación. En los últimos años, la aplicación de vacunas del Calendario Nacional —incluida la triple bacteriana (DTPa o DTP)— descendió por debajo del 80% en varios distritos, lo que rompe el efecto de inmunidad colectiva y deja a los niños sin la protección necesaria.
Además, la vacunación de embarazadas a partir de la semana 20 de gestación, clave para transmitir defensas al bebé, presenta bajos niveles de cumplimiento.
Ante este escenario, el Ministerio de Salud de la Nación y la SAP recomiendan:
Verificar el esquema de vacunación infantil: dosis a los 2, 4 y 6 meses; refuerzos a los 18 meses y 5 años.
Vacunar a embarazadas en cada embarazo, desde la semana 20.
Consultar de inmediato ante tos persistente o vómitos posteriores a la tos, especialmente en bebés.
Evitar el contacto de lactantes con personas con síntomas respiratorios.
Mantener buenas prácticas de higiene respiratoria (cubrirse al toser, lavarse las manos).
Los pediatras advierten que la tos convulsa es una enfermedad prevenible por vacunación, y que el regreso de brotes demuestra la urgencia de retomar los controles de calendario y fortalecer las campañas públicas de inmunización.