10/08/2025
La verdadera MADUREZ CRISTIANA no se mide por el tiempo que llevamos en la fe, sino por cuánto permitimos que la Palabra transforme nuestro diario vivir.
Cada principio bíblico aplicado —en nuestras decisiones, relaciones, trabajo o emociones— es una semilla que el Espíritu Santo hace germinar en nosotros.
Vivir en dependencia de la Palabra es dejar que Dios dirija cada área de la vida: espiritual, emocional, familiar y material.
Así descubrimos que la vida abundante que Jesús prometió no consiste en tener más, sino en vivir en plenitud, en paz y propósito, guiados por Su verdad.
📖 “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” — Juan 10:10