03/10/2025
Hola, 🙂 :
A poca gente le encanta trabajar. De hecho, trabajo proviene del latín tripalium, un instrumento de tortura. Sin embargo, cuando en la actualidad pensamos en el futuro del trabajo (especialmente en relación con la IA), nos ciega una especie de encanto, la creencia en un poder sobrenatural, un determinismo tecnocrático frente al que nos sentimos impotentes. Lisa Herzog, en La salvación de trabajo, realiza un llamamiento político a tomar las riendas del futuro del trabajo. Ni la tecnología es una fuerza mágica, ni las grandes corporaciones son dioses incontestables. Lo que ocurra en los próximos años con el trabajo dependerá de las decisiones y las luchas políticas que se lleven a cabo en el presente.
Con todo, la tendencia a encantarnos, a dejarnos seducir por el encanto, parece consubstancial al ser humano. Así lo defiende Miquel Seguró en La seducción del encanto. Pese a vivir en una sociedad donde predomina el desánimo, el miedo y la desesperanza, no se extingue la necesidad de encontrar el encanto a las cosas. Seguró analiza tres fuentes prometedoras de encanto (redes sociales, progreso tecnocientífico, política), y tras constatar la insatisfacción que producen, deja abierta una puerta para la aspiración a lo que nos trasciende.
Lo que los filósofos dicen de Dios es el libro editado por Jack Symes en el que algunos de los mejores pensadores anglosajones de nuestro tiempo (Richard Dawkins, Daniel Dennett, Richard Swinburne...) se pronuncian sobre Dios. Los hay ateos, panteístas, musulmanes o católicos. Para estos últimos, si siguen de cerca la doctrina cristiana, la ira es uno de los sietes pecados capitales. Sin embargo, tal y como la psicóloga Roberta Milanese defiende en Ira, esta emoción, bien controlada, puede alimentar nuestra valentía y nuestra determinación frente a situaciones de injusticia.
A la misma escuela de psicoterapia que Milanese (la terapia breve estratégica) pertenecen Claudette Portelli y Matteo Papantuono, quienes en Las nuevas adicciones nos enseñan a entender y combatir la servidumbre a las nuevas tecnologías. La televisión fue quizás el fenómeno tecnológico con el que empezó lo que ha culminado en esa extensión de nuestra mano que son ya los móviles, y de ella se ocupa Manuel Palacio en La historia de la televisión en España, obra de referencia. Pero, a fin de cuentas, tras el ruido y los avatares diarios, si ponemos el oído escucharemos latir una de las preguntas más antiguas y radicales: «¿quién soy?». En ella nos sumergen, no los análisis, sino las meditaciones de Jorge Zentner en Yo soy todo lo que no soy.
Te deseamos un feliz otoño cargado de lecturas.
Fuente: Editorial Herder