06/09/2015
Esguince de Tobillo
Esta es una de las lesiones más comunes dentro del deporte y de la vida cotidiana por un tropiezo, por ejemplo, pero que tratada de buena manera no genera complicaciones a futuro.
Definición
El esguince de tobillo es una lesión que compromete a los ligamentos de la articulación del tobillo, ya sean del lado externo o interno. Produce un daño que puede ir desde una simple distensión hasta la rotura completa.
Existen varios grados de esguince, los que van a depender de la indemnidad del ligamento. Los Tipo I corresponden a una distensión, sin rotura de fibras ligamentosas. El esguince Tipo II corresponde a roturas parciales del ligamento y el Tipo III son roturas completas del ligamento.
¿Por qué se produce?
Se producen cuando existe una situación de sobresfuerzo que lleva a la articulación a ir más allá del rango de movilidad normal, haciendo que el ligamento vea sobrepasada su estructura anatómica
Síntomas
El paciente siente primero dolor intenso al momento de torcerse el tobillo, ya sea en el lado interno o en el lado externo, produciéndose un aumento del volumen, que es la inflamación local. A veces ésta puede ser bastante intensa y muchas veces se puede apreciar un hematoma, pero lo que prima es el dolor.
Diagnóstico
Principalmente es de sospecha clínica, es decir, a través de la historia del examen físico se puede descartar alguna patología mayor, como la fractura o luxaciones, que también pueden verse asociadas a un esguince. Con esto se obtiene el antecedente de la actividad que realizaba el paciente al momento de lesionarse, la energía que estaba involucrada en el accidente y después se ven los síntomas.
Después se realiza el examen físico que consiste en constatar el nivel de inflamación, ver si hay hematoma y las pruebas de estabilidad, ya sea en forma aguda o diferida (cuando el paciente tiene menos dolor, por lo tanto es más cómodo poder examinarlo).
También se usan exámenes de apoyo como las radiografías (para descartar alguna fractura asociada), ecografía (se puede ver el nivel de compromiso de los ligamentos), y a veces se puede requerir una resonancia magnética, cuando existe una discordancia entre el examen clínico y la radiología simple
Tratamiento
Hoy en día se realiza un tratamiento funcional, es decir, una inmovilización con algún tipo de tobillera especial o bota que le permita al paciente realizar rehabilitación en forma paralela a la medida de inmovilización. De esta manera disminuye menos la masa muscular, no pierde tanto rango articular, mejora su respuesta al dolor y disminuye más rápido la inflamación.
El tratamiento va a depender del tipo de esguince que sea. En los grado I ó II, con mínimo compromiso ligamentoso, se usan métodos de inmovilización parcial con órtesis que son semirígidas. Esto le permite a la persona conservar la movilidad en extensión y en flexión, y por lo tanto va a caminar sin la posibilidad de torcerse el tobillo.
Si el paciente tiene demasiado dolor, es preferible usar en los primeros días una bota inmovilizadora, la cual permite que disminuya la inflamación y dolor para que cuando esté en condiciones de poder realizar una flexoextensión de tobillo en mejores condiciones, se pasa a cualquiera de las órtesis semirígidas. De esta manera puede seguir su rehabilitación y en el plazo de tres a cuatro semanas estará en condiciones de iniciar alguna actividad deportiva multidireccional.
Recuperación
El pronóstico de un esguince de tobillo es bastante bueno, aunque siempre existe la posibilidad de alguna complicación como la rigidez, dolores crónicos, los cuales deben ser estudiados si corresponden al esguince o alguna otra patología que haya sido omitida o no diagnosticada.
Normalmente las lesiones menores, como esguinces grado I ó II van a demorar alrededor del mes en volver a una actividad física competitiva y los grado III sobre los dos meses de evolución, siempre y cuando estén tratados correctamente.