03/07/2025
La ausencia o el alejamiento de alguien puede convertirse en un regalo para nuestra vida cuando ya hemos transitado un valle de tristeza o desilusión en compañía de esa persona. Al principio nos aferramos, queremos luchar, esforzarnos por el amor y atención de esa persona, sin embargo mientras más pasa el tiempo y circunstancias a su lado, más vamos experimentando dolor, inquietud, un peso o malestar interno difícil de describir con palabras, nos vamos dando cuenta que por querer "salvar" la relación lo único que va ocurriendo es dejar de ser quienes somos y vamos perdiendonos a nosotros mism@s.
La palabra de Dios Mateo 22:37-39 dice:
37Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Como podemos entender a la luz de la palabra que el amor a Dios es nuestra prioridad porque de Él dependen todas las cosas, y luego viene el amor a uno mismo para de este modo poder amar a otros, es decir como requisito para entrar en una relación afectiva saludable con otra persona está primero el amarnos a nosotros mismos, creyendo que somos merecedores del amor, respeto y consideración de quien camina a nuestro lado.
En Concepción Centro
Modalidad presencial u online
Atención Fonasa y Particulares
Paula Ortiz Perez
Psicóloga Clínica Adultos
Consultas y Reserva de horas
+56942348782
ps.paulaortizp@gmail.com
Le Espero !