28/12/2018
EXPERIENCIA (personal) DE APLICACION DE ESENCIAS FLORALES EN NIÑOS Y JOVENES CON TRASTORNO ESPECTRO AUTISTA (TA)
Preparado por Ps. Flavio Sáez Fuentes
Dadas las importantes alteraciones que manifiestan los niños con Trastornos del espectro autista por las dificultades que afectan su mundo sensorial, de comunicación, afectivo, emocional, en la interacción y la flexibilidad para poder manejarse en un mundo complejo y de difícil codificación.
Las esencias florales de Bach ayudan especialmente a equilibrar a nivel emocional y a flexibilizar su actitud frente a las diferentes tareas. Permiten progresivamente equilibrar al niño o joven, observándose mayor aceptación al cambio, bajan los niveles de angustia; logrando regular las reacciones afectivas disruptivas. Para alcanzar dichos logros, se requiere la ayuda de la familia para que el tratamiento Floral tenga una persistencia y constancia en el tiempo.
Los objetivos terapéuticos
En el trabajo con niños y adolescentes con trastorno autista, generalmente se tiene como meta u objetivo primario, “ayudarlo a mejorar su adaptación social”, lo cual mayoritariamente es logrado satisfactoriamente. Producto de este importante éxito terapéutico, generalmente se facilita alcanzar otros objetivos que se reconocen como secundarios a esta intervención, como son: fortalecimiento de la autoestima y desarrollo de habilidades sociales.
Las áreas específicas beneficiadas
Conexión con el entorno y consigo mismo: permite en el desarrollo del habla, experimentar concordancia ideo-afectiva al generar comunicación.
Seguridad de sí mismo: experimenta mayor seguridad en sí mismo y en sus capacidades, por lo tanto se atreve a realizar y explorar conductas nuevas, rompiendo así con muchas de las rutinas.
Disminuye el miedo o temor: permite salirse de la rutina (la que entrega seguridad). Pierde el miedo, que lo limitaba y le impedía explorar con mayor libertad el mundo.
Interacción con otros: Le permite salir de una actitud de aislamiento respecto de los otros, facilitando su interacción social.
Flexibilidad frente a otros y a las circunstancias: permite liberarse del excesivo apego a las rutinas, normas e instrucciones recibidas.
Adaptabilidad: se logra mayor capacidad de adaptación frente a los cambios, ya sean externos (sociales – familiares) o internos (propios del desarrollo y de los avances en su proceso de socialización)