02/11/2025
Cuando el yoga remueve más de lo que esperábamos 🌊
A veces volvemos a una práctica y nos encontramos con sensaciones desbordantes. ¿Por qué sucede esto?
Nuestro cuerpo guarda memoria. Cada asana, cada respiración, tiene el poder de movilizar no solo tensiones físicas, sino también emociones que hemos almacenado sin darnos cuenta.
Cuando trabajamos la zona abdominal, por ejemplo, no solo estamos fortaleciendo músculos. Estamos entrando en contacto con un centro energético donde se alojan emociones como el enojo, la frustración, aquello que nos "revuelve las tripas".
Es normal sentirse abrumada. Es normal que el ego se resista. Porque cuando algo se mueve dentro de nosotros, cuando comenzamos a soltar lo que ya no nos sirve, puede ser incómodo, intenso, incluso confuso.
El yoga es infalible en su capacidad de liberación. Y justamente por eso, a veces nos confronta con lo que necesitamos sanar.
Si esto te ha pasado, recuerda: no estás haciendo nada mal. Tu cuerpo está haciendo exactamente lo que necesita hacer. Confía en el proceso. Respeta tu ritmo. Y honra cada emoción que surja en tu práctica.