13/08/2025
Alerta sobre los riesgos del consumo irracional y sin control médico de vitamina D
La vitamina D es esencial para la absorción del calcio y por lo tanto para la salud ósea. Numerosas investigaciones han evidenciado no solo la asociación de falta de vitamina D con las patologías óseas sino autoinmunes. Y hasta se le han asociado efectos anticancerígenos en varios tipos de neoplasia, como melanoma, carcinoma colorrectal y cáncer de mama. Debido a los beneficios que tiene en la salud y la insuficiencia de esta vitamina en la población, en los últimos años se ha producido un incremento exponencial en las prescripciones de vitamina D, lo que, entre otras razones, ha dado como resultado un auge en su consumo.
No obstante,se lanzó hace apenas unas semanas un comunicado para advertir sobre los riesgos del uso no racional y sin control médico de la vitamina D. Este aviso se da como respuesta a la reciente alerta producida en Islas Baleares, donde en la primera semana de julio se notificaron hasta 16 hospitalizados por hipervitaminosis D tras consumir un suplemento dietético defectuoso. Los primeros intoxicados empezaron a requerir asistencia médica en los meses de mayo y junio tras desarrollar los síntomas iniciales característicos, principalmente dolor abdominal, náuseas, vómitos, entre otros síntomas, por insuficiencia renal aguda, hipercalcemia y niveles elevados de vitamina D en sangre. Estas intoxicaciones se han dado en personas sanas, que consumían productos multivitamínicos adquiridos por internet, sin control farmacéutico.
Este caso que pone de manifiesto los riesgos del uso sin control sanitario de vitamina D no es una excepción. Si bien la sobreingesta de vitamina D se da en todas las edades, un estudio reciente alertaba sobre el aumento de los casos en la población infantil. Según los autores, si bien la sobreingesta de vitamina D en pediatría es infrecuente, las notificaciones de sobredosis han aumentado en los últimos años.
Con el fin de evitar estas complicaciones médicas, en su comunicado, se recuerda a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios la importancia de un uso prudente y basado en la evidencia científica de la vitamina D, tanto en lo relativo a la solicitud de análisis diagnósticos como a la indicación de suplementación. Aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, advierte que “su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados”. Por otro lado, tampoco se recomienda el uso de suplementos sin una indicación médica precisa. “La suplementación innecesaria puede conllevar efectos adversos, especialmente cuando se exceden las dosis recomendadas”.
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Según la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, niveles de 25-hidroxivitamina D (25-OH-D) entre 12 y 20 ng/ml son suficientes para cubrir las necesidades del 97,5 % de la población. Por debajo de estos umbrales, especialmente en personas mayores, institucionalizadas o con osteoporosis, puede estar justificada la suplementación, con dosis que oscilan entre 400 y 2.000 UI/día, dependiendo de la situación clínica. No obstante, destacan desde Sanidad, ésta debe prescribirse siempre bajo supervisión profesional.
Alerta sobre los riesgos del consumo irracional y sin control médico de vitamina D
La vitamina D es esencial para la absorción del calcio y por lo tanto para la salud ósea. Numerosas investigaciones han evidenciado no solo la asociación de falta de vitamina D con las patologías óseas sino autoinmunes. Y hasta se le han asociado efectos anticancerígenos en varios tipos de neoplasia, como melanoma, carcinoma colorrectal y cáncer de mama. Debido a los beneficios que tiene en la salud y la insuficiencia de esta vitamina en la población, en los últimos años se ha producido un incremento exponencial en las prescripciones de vitamina D, lo que, entre otras razones, ha dado como resultado un auge en su consumo.
No obstante,se lanzó hace apenas unas semanas un comunicado para advertir sobre los riesgos del uso no racional y sin control médico de la vitamina D. Este aviso se da como respuesta a la reciente alerta producida en Islas Baleares, donde en la primera semana de julio se notificaron hasta 16 hospitalizados por hipervitaminosis D tras consumir un suplemento dietético defectuoso. Los primeros intoxicados empezaron a requerir asistencia médica en los meses de mayo y junio tras desarrollar los síntomas iniciales característicos, principalmente dolor abdominal, náuseas, vómitos, entre otros síntomas, por insuficiencia renal aguda, hipercalcemia y niveles elevados de vitamina D en sangre. Estas intoxicaciones se han dado en personas sanas, que consumían productos multivitamínicos adquiridos por internet, sin control farmacéutico.
Este caso que pone de manifiesto los riesgos del uso sin control sanitario de vitamina D no es una excepción. Si bien la sobreingesta de vitamina D se da en todas las edades, un estudio reciente alertaba sobre el aumento de los casos en la población infantil. Según los autores, si bien la sobreingesta de vitamina D en pediatría es infrecuente, las notificaciones de sobredosis han aumentado en los últimos años.
Con el fin de evitar estas complicaciones médicas, en su comunicado, se recuerda a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios la importancia de un uso prudente y basado en la evidencia científica de la vitamina D, tanto en lo relativo a la solicitud de análisis diagnósticos como a la indicación de suplementación. Aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, advierte que “su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados”. Por otro lado, tampoco se recomienda el uso de suplementos sin una indicación médica precisa. “La suplementación innecesaria puede conllevar efectos adversos, especialmente cuando se exceden las dosis recomendadas”.
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Según la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, niveles de 25-hidroxivitamina D (25-OH-D) entre 12 y 20 ng/ml son suficientes para cubrir las necesidades del 97,5 % de la población. Por debajo de estos umbrales, especialmente en personas mayores, institucionalizadas o con osteoporosis, puede estar justificada la suplementación, con dosis que oscilan entre 400 y 2.000 UI/día, dependiendo de la situación clínica. No obstante, destacan desde Sanidad, ésta debe prescribirse siempre bajo supervisión profesional.
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