06/07/2021
Muchas personas sienten encontrarse en situaciones juzgadas por la mente como tóxicas y difíciles, y es recurrente como muy a pesar de sus deseos, no logran descifrar la forma de salir de ellas.
La pregunta mas obvia, la que primero aparece es: ¿Porqué estoy viviendo esto?, ¿que hice, o deje de hacer para que me encuentre en medio de estas contingencias? Esta es la posición de “víctima”, y las víctimas se asumen así, para evitar reconocer su responsabilidad en los sucesos de su vida, sin darse cuenta que de esta forma está renunciando a su poder para trascender esas circunstancias.
Otra pregunta que recomiendan hacer alguna visiones en el mundo de la “superación personal” es ¿Para qué estoy viviendo esto?, ¿que viene esta situación a mostrarme, o a enseñarme? Esta pregunta tiene la ventaja de poner el foco en ti, a partir de darle importancia al reconocimiento de tu compromiso en la superación de esas eventualidades.
También otras corrientes espirituales te hablan de no “hacer” nada, y entregar esa situación a la Fuente, para que sea ella quien la resuelva en su sabiduría, algo que desde mi comprensión considero adecuado. Dejando por definir ¿de que se trata ese “hacer”?, hacer que yo considero no es válido en el mundo, pero que en el campo de la consciencia, se convierte en un “ser consciente” de tu libertad interior.
Sin embargo asumir tu responsabilidad plena frente a aquello que estas experimentando, significa eximir de esa causalidad a todo lo que esté fuera de ti, el otro, tus padres, el mundo en general, y en particular a aquellas personas, que otra vez tu mente interpreta te hicieron “daño” o te “perjudicaron” en el desarrollo de esa situación. Esto es lo que más cuesta.
Cuando hablamos de liberarnos de la posibilidad de considerarlos causa, nos referimos fundamentalmente a la idea conceptual que tenemos de esos individuos, y que se expresa en todo lo que aún alojamos respecto a ellos, dejando en claro que cualquier pensamiento, sensación o emoción, que me separa de mi hermano es falsa, y va a doler, pues ha sido construida desde mi “yo mental” condicionado.
Emanciparte de la consideración del otro como causa, no depende de tu voluntad como individuo, sino de un salto de consciencia que te lleva a la conclusión de que no hay un “otro” que pueda dañarte o perjudicarte, que todo es contigo mismo, que ese “otro”, no es sino un instrumento que te puso la Vida, para que seas consciente de los aspectos que aún tienes por solucionar si quieres seguir con tu toma de consciencia de aquello que “no eres”, lo que te permitirá por contraste que pueda emerger naturalmente y hacerse evidente, aquello que realmente eres.
Si tú eres una de esas personas que sufre porque se siente presa al interior de una situación, y albergas sentimientos negativos respecto a alguien, o a algo que piensas es el causante de tu dolor; y ademas no atinas a encontrar una salida, te vendría bien recordar esa frase de Eckhart Tolle que dice: “la causa de tu sufrimiento no es la situación, sino los pensamientos que albergas respecto a esa situación”. Es de ellos de quien necesitas liberarte, no de la situación. Esos pensamientos, que a su vez generan esas sensaciones negativas, son los barrotes que te separan de tu libertad emocional. ¿Que como te liberas de ellos?: simplemente no identificándote con el pensador.