En Ese sentido, nuestra comunidad busca ser un contexto integral, en el que los y las residentes puedan disfrutar de esta etapa de sus vidas con cariño, alegría, dignidad y cuidados continuos. Bajo esta óptica, directivos (as), trabajadoras (es) y apoderados (as) pertenecen a una colectividad que trabaja en equipo para garantizar el bienestar de quienes residen en nuestras instituciones. Compartiendo la responsabilidad de acompañarlos en este importante periodo. Los desafíos de atender a las necesidades y particularidades de cada residente son orientadas en dos ámbitos: el primero dice de aspectos técnicos en el cuidado y/o rehabilitación de adultos mayores. Contando con un área especializada en geriatría, en donde médicos, auxiliares y cuidadoras (es) se encuentran al servicio de quienes son parte de nuestras instituciones. En un segundo término, y en coherencia con nuestra Visión, el equipo a cargo de garantizar el bienestar de nuestros (as) residentes, hace parte de su quehacer profesional las características psicosociales de cada uno de ellos. Atendiendo no solamente aquello asociado a lo físico y/o cognitivo de los miembros de la comunidad, sino que trabajando activamente en su dimensión afectiva y espiritual. Contamos con dos establecimientos, la residencia Amaneceres y la residencia Familia. Ambas comparten un mismo espíritu: entregar a nuestros (as) residentes un ambiente cercano, cómodo y distendido. Para que esto sea posible, nuestras dependencias cuentan con cupos reducidos que garantizan un ambiente familiar y, por ende, una estimulación personalizada que mantiene activos (as) a los y las residentes. Estrechamente ligado a lo anterior, el rol de los apoderados y apoderadas que confían en nuestros establecimientos es fundamental, no existiendo horarios restringidos de visitas, pudiendo permanecer el tiempo que estimen conveniente junto a sus familiares.