19/10/2025
Las personas que se han quejado porque la serie no refleja "fidedignamente" (como si se pudiese) la historia de Ed Gein van a tener que aceptarlo: no es un documental. Si logran hacer su duelo y superar el trauma, se van a encontrar con una serie extraordinaria.
Por un lado la actuación IMPRESIONANTE de Charlie Hunnam. Por otro lado lo extremadamente bien tratado que está el conflicto psicológico subyacente: porque está radicalmente atravesado por el momento histórico en que se enmarca. Y no hay psicopatología sin contexto.
Por supuesto, la serie se detiene en el problema inmediato: la relación materna. Pero, tal como en la realidad, acto seguido muestra la ausencia paterna (de la que casi nunca se habla en estos casos, porque siempre es tan cómodo culpar a mami), el Wisconsin entre guerras, la carga del fanatismo religioso, el machismo recalcitrante, la soledad de un pueblo perdido bajo la aplastante luz del nuevo Nueva York.
Y, agudeza extraordinaria: el asentamiento definitivo de la fotografía. Esa nueva cosa capaz de mostrar directamente los horrores del nazismo, los cuerpos desfigurados por accidentes... todo ese horror que es desnudar ante los ojos el interior humano. Tal como en la serie Dahmer y Mendéndez: el problema nunca se origina en el cerebro de cada individuo por sí mismo. Jamás.
Por otro lado, aunque les duela, la notable reinterpretación de la historia de Ed Gein, escrita desde sus efectos en el presente a través de la influencia del cine de segunda mitad del siglo XX. Porque hoy, en tiempos donde la imagen parece ser todo, más que nunca es imposible negar aquella frase que resume el concepto de la serie: "eres tú quien no puede apartar la mirada”. La diferencia con respecto a esos años es que hoy a nadie parece llegarle tanto el horror del interior. Terrible diferencia.
O quizás es porque, simplemente, nos están quitando el interior. Porque somos cada vez más planos, como fotos. O memes ambulantes. La unidimensionalidad a la que tanto le temía Marcuse parece que terminó de arraigarse en “stories”, “shorts” y “reels”. Hoy nadie se va a poner a exhumar cuerpos al ver las imágenes de la masacre en Palestina. Porque a nadie le impactan tanto. Al final, hay que seguir trabajando.