21/07/2016
LA ACUPUNTURA Y SU APORTE A LA SALUD CHILENA
La Medicina Tradicional China empezó a desarrollarse hace unos 5000 años, cuatro mil quinientos años antes que la medicina occidental se estableciera.
El terapeuta chino vivía en una cultura que tenía una particular visión del mundo y que además prohibía la disecación de cuerpos humanos, lo que lo llevó a basarse solamente en la observación y en el y error hasta desarrollar una terminología y un sistema de medicina propios. Como consecuencia de eso los chinos desenvolvieron una comprensión del cuerpo humano y de la enfermedad diferente de la visión occidental y tras muchos siglos de evaluaciones, experiencia y valoraciones la Medicina Tradicional China ha superado la prueba del tiempo, comprobó su eficacia; hoy trabaja junto a la medicina occidental en los hospitales en China, donde la populación acude en masa buscando su medicina tradicional para casos crónicos, como migrañas, enfermedades autoinmunes, problemas digestivos, ginecológicos, depresión, trastorno de sueño, alergias, sinusitis, dolores de varios orígenes y una larga lista de patologías. En ese contexto la medicina occidental es buscada con más frecuencia para cuadros agudos.
RECONOCIMIENTO DE LA OMS Y LA REGULACIÓN EN CHILE
Con su milenaria experiencia la Medicina Tradicional China ya ha ganado reconocimiento internacional y respaldo de la Organización Mundial de la Salud. Chile es el primer país sudamericano en regular el ejercicio de la acupuntura por el Ministerio de Salud (Decreto Supremo n° 42/2004). El acupunturista chileno tiene que obtener una resolución sanitaria para trabajar después de aprobado en un examen y su nombre debe constar en el listado de acupunturistas acreditados en la página oficial del Minsal. La legislación establece un estatus a la acupuntura de “profesión auxiliar de la salud”, lo que refleja la tendencia mundial a una nueva forma de salud que une la sabiduría y la visión holística oriental con el desarrollo científico occidental; la llamada MEDICINA INTEGRATIVA. Con esa unión surgen nuevas posibilidades terapéuticas y una esperanza para pacientes que sufren con cuadros crónicos que conlleva un alto consumo de fármacos con todos los efectos adversos que los acompaña. Dentro de esa tendencia Chile es punta de lanza y ejemplo superando a países como Brasil, que a pesar de tener una amplia oferta de profesionales acupunturistas y una alta aceptación de la población, todavía no cuenta con una legislación que regule y defina el ejercicio de la misma.
Oriente y occidente acercándose para el beneficio de la salud de los chilenos.