21/06/2024
Es probable que seas un hater y no lo sepas, quizás estás bajándole el perfil a tus actos, pero es hora de reflexionar porque aunque sea en un nivel bajo, podrías estar dentro de este grupo.
Ese afán por defender una causa tiene su origen en un conflicto infantil no resuelto, ya que por algo te enfurece, te apasiona o te indigna tanto, eso que miras, lees o escuchas.
Sucede que en la virtualidad los callados y sumisos tienen al fin voz, los que jamás fueron escuchados o nunca han podido manifestarse por temor, ahora tienen un alarido con el mismo poder que todos los mortales.
Frecuentemente, Internet nos despierta más emociones que la vida real, nos genera respuestas viscerales, con poca racionalidad, quizás porque al sentirnos refugiados detrás de una pantalla, con un posible nombre y foto de fantasía, es más fácil permanecer a salvo de un contraataque, lo cual genera cierta impunidad.
La palabra HATER proviene del inglés y se traduce como “odiador”.
Es una etiqueta utilizada para referirse a las personas que utilizan comentarios negativos y críticos para abatir a otra persona, haciéndola sentir juzgada, desvalorizada, agredida o humillada. Tienden a burlarse, ridiculizar, rechazar, provocar, oponerse y hasta pueden llegar a amenazar.
Los haters son personas que muestran recurrentemente actitudes hostiles ante cualquier asunto que figura en la red, si bien suelen tener sus temas predilectos, en los que pueden llegar al ensañamiento.
En ocasiones, desde una cierta cobardía amparada en el anonimato, los apodos y las fotos abstractas, se esconden comentarios hirientes, en los que se lanzan diversos dardos a quienes piensan distinto. Y quien se atreve a posicionase diferente a mí, puede transformarse en un enemigo al que quiero destruir, con juicios e incluso hostigamiento, porque su simple existencia me activa la inseguridad, envidia, incertidumbre, inferioridad o vergüenza, que habitan en mi interior.
Es que detrás de un perfil en redes sociales, te puedes mantener incógnito y ahí tu identidad se desdibuja, la valentía se multiplica con la masa que juzga y se forman los conocidos bandos, que tanto le benefician al sistema hegemónico.
En el fondo, el hater trata de hacer doler a otro, pero lo que en definitiva está expresando es su propio dolor y resentimiento ante la vida. Intenta apaciguar su amargura escupiendo veneno y ese círculo vicioso lo mantiene enroscado en un enojo constante, que no le permite caer en la verdadera angustia que yace dentro de sí mismo.
En los comentarios que realizamos en Facebook e Instagram, en realidad vemos reflejado el diálogo que mantenemos con nosotros mismos. En ese juicio que emitimos hacia el aparente exterior estamos reproduciendo en el teclado, el disco de odio, repudio y discriminación que reside en nuestro interior, esencialmente hacia nosotros mismos.
Lamentablemente el hater está invirtiendo su energía vital en odiar, en lugar de emplearla constructivamente en un fin que genere beneficios propios y para los demás.
❇️¿Cómo tratas al que está del otro lado de la pantalla?
❇️¿Te expresas pacífica o agresivamente?
❇️¿Cuál es el límite en tu libertad de expresión?
Los invito a dejar sus comentarios respetuosos. Agradecida de acompañarte en tu proceso de expansión 🙏
Ximena